La Fiscalía de Marruecos solicitó cargos por pena de muerte a 15 de las 22 personas detenidas que aparentemente participaron en el asesinato terrorista de dos turistas escandinavas en una región montañosa de Marruecos el pasado 17 de diciembre.
Hasan Daki, procurador del rey ante el Tribunal de Apelación de Rabat, aseguró en un comunicado que los 22 detenidos están acusados de “atentar de forma premeditada contra la vida de personas”.
Según la ley marroquí, los 15 implicados pueden recibir castigo de pena de muerte por “cometer un crimen mediante actos bárbaros”, “formar una organización para preparar y cometer actos terroristas”, y de incitación y apología del terrorismo, entre otros cargos.
Los 15 acusados comparecieron ante el juez de instrucción en el Tribunal de Apelación de Salé. Finalmente, los detenidos fueron trasladados a la sede de la corte en tres furgonetas de la Oficina Central de Investigación Judicial (BCIJ).
Fuentes policiales citadas por la cadena pública lo vinculan con una “célula itinerante” con base en Melilla y en la ciudad marroquí de Nador. En su vivienda, la policía marroquí se ha incautado de dos machetes de uso militar y de propaganda en favor del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, el ministro de Interior marroquí, Abdelouafi Laftit, aseguró que el crimen terrorista fue “un acto aislado” cometido por “lobos solitarios”, y ningún grupo terrorista conocido ha reivindicado el ataque.
Louisa Vesterager Jespersen, danesa de 24 años, y su amiga noruega, Maren Ueland de 28, fueron degolladas a 10 kilómetros de Imlil, localidad que sirve como puerta de entrada a las excursiones y ascensos al Tubqal el pasado 17 de diciembre.
Con información de El País
