El ciudadano Carlos Pino, quien trabajaba para la embajada venezolana en Bogotá y fue expulsado de Colombia, expuso que el país vecino no corría peligro con su presencia.
El hombre cercano a la misión diplomática de Venezuela dijo que está dispuesto a regresar al vecino país a verificar cuáles son los delitos de los que se le está acusando.
“Si yo fuera un peligro para la seguridad de Colombia, lo más obvio que pudieron haber hecho las autoridades colombianas era haberme detenido y mostrar las pruebas”, explicó en una entrevista para Blu Radio.
Añadió que detrás de su caso hay una “trama de un absurdo”. Agregó que está dispuesto a regresar a Colombia a verificar cuáles son los delitos de los que se le está acusando.
“Estaba departiendo en un restaurante público con unos amigos de un sindicato, hablando de temas nacionales y políticos con relación a la situación de Colombia y Venezuela. Eso no es injerencia política”, añadió.
Con información de El Nacional
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