Si piensas en hacerte un tatuaje, es probable que tu atención en este momento se encuentre en cómo se verá tu tatuaje, qué tamaño tendrá, dónde estará y si a tus amigas les gustará. Pero hay determinados aspectos de hacerse un tatuaje que hasta que no los vivimos, no los conocemos.
Ahora bien, si quieres que la experiencia de tu primer tatuaje sea 100% positiva, estos consejos te serán muy útiles y te servirán para que enfrentes esta situación como una experta.
De lo que más nos preocupamos cuando nos decidimos por el primer tatuaje es el lugar donde lo haremos y su diseño. Pero pocas veces tenemos en cuenta que una vez que nos tatuemos, tendremos que cuidarlo para asegurarnos de que cicatrice bien.
Las reglas básicas según expertos son: mantener la zona del cuerpo tatuada alejada del sol durante 2 semanas, no sumergirla en agua y evitar la playa o piscinas. Tal vez estos consejos te hagan cambiar de opinión y esperar hasta el invierno para realizar tu tatuaje…
Si eres temerosa…
Si vas a por tu primer tatuaje y le tienes terror a la aguja, lo más recomendable será que busques alguna forma de distracción. Puedes pedirle a una amiga que te acompañe o llevar contigo la música que más te relaje.
Si sabes que no será un buen momento no dudes en pedir apoyo, ya que si tu cuerpo está muy tenso puede ser más difícil de tatuar.
Única y diferente
Cuando tomamos la decisión de tatuarnos, lo hacemos porque queremos obtener algo que realmente nos identifique. A través de esta marca permanente en nuestro cuerpo generamos una relación muy íntima con nosotras mismas que nos empodera y nos recuerda una historia o momento especial para siempre.
Por eso, es vital que reflexiones: ¿cuál sería la tuya?
Algunos dolerán más que otros
No todos los tatuajes son igual de dolorosos. Esto depende de la zona del cuerpo que elijamos, nuestra sensibilidad y las experiencias pasadas. Pero lo que tienes que tener en cuenta es que ese dolor es temporal y una vez que se termine podrás disfrutar de esa hermosa e irrepetible creación en tu piel para siempre.
Barato no es sinónimo de bueno
Cuando se trata del costo de un tatuaje, es algo en lo que jamás debes escatimar, porque su precio determinará su calidad. Un tatuaje es una marca que tendrás de por vida y no querrás que se vea arruinada por ahorrar un poco de dinero.
Piénsalo como una inversión, cada día que lo aprecies te alegrarás de haber invertido mucho o por el contrario, te arrepentirás de no haber pagado un poco más.
Siempre deja propina a tu tatuador
Por más costoso que sea el tatuaje, este no incluye todo el trabajo previo que realiza el tatuador con cada cliente: escucha pacientemente cómo lo quieren, cómo no lo quieren, en qué posición, en qué colores, entre otras características. Cada tatuaje es un mundo más allá de la tinta y la aguja que se necesiten. Es por eso que para reconocer el arduo trabajo del tatuador, lo más recomendable es pagarle una propina.
La cantidad depende de cada uno, pero sin lugar a dudas tu tatuador lo apreciará.
Acostúmbrate a la pregunta
Una vez que obtengas tu tatuaje, deberás acostumbrarte a explicar su significado. Es natural y habla bien de quienes hacen esta pregunta porque demuestra interés.
El problema aparece cuando la historia detrás de ese tatuaje es muy personal y no te interesa compartirla con nadie más. En este último caso, hay muchas alternativas para escapar de ella, puedes optar por respuestas generales como ”representa una historia que recuerdo con mucho cariño” o algo del estilo.
Además de tener en cuenta todos estos consejos, lo más importante será que no pierdas de vista que el tatuaje que elijas te acompañará para toda la vida. Por lo tanto, intenta no ser impulsiva, piensa con detenimiento qué es lo que quieres, por qué lo quieres y si estás dispuesta a verlo en tu piel todos los días.
Con información de Imujer
