Era de tarde. Las enfermeras del ambulatorio Dr. Emiliano Azcunes ubicado frente al Cementerio Municipal de Valencia, se encontraban encerradas dentro del recinto producto de la inseguridad que impera en la zona.
Dentro de él, protestaban por el precario sueldo que devengan mensualmente, ya que este no les alcanza ni siquiera para comprarse una galleta. “Antes nos podíamos comprar nuestros carros y casas, pero ahora mi hija me pide una galleta y no me alcanza” dijo Justina Hidalgo, enfermera con 15 años de ejercicio profesional.
Hidalgo recibe 600 mil bolívares quincenales y una Samba cuesta 800 mil, lo cual deja en evidencia las duras condiciones en las que están las profesionales de la salud.
El sueldo es una de las tantas problemáticas que tienen las enfermeras, las cuales tienen que hacer milagros para poder substistir, según comentó Justina, quien camina media hora diaria para llegar a su sitio de trabajo ante la falta de transporte, además de ver cómo hace para lavarse su blanco uniforme, ya que tiene que hacerlo por su propia cuenta y un jabón sobrepasa los tres millones de bolívares.
Por tal motivo, las profesionales aseguraron que se mantendrán en paro hasta que sus exigencias sean escuchadas, debido a que los años de preparación no se reflejan en sus ganancias.
Médicos
Los médicos pasan por las mismas circunstancias. El doctor José Vargas tiene una especialidad en medicina familiar y sólo percibe 1 millón 200 mil bolívares al mes, por lo que se unió a la manifestación pacífica de sus compañeras.
Vargas hizo un llamado al Colegio de Médicos de Venezuela para que atiendan este llamado y se unan formamelmente al paro, ya que sus seis años de estudio de medicina más los tres de especialización no son valorados por las entidades públicas, motivo por el que se tiene que redondear con las consultas privadas.
Redacción: Nina Gabriella Bortolussi/Noticias-Ahora
