La cantante estadounidense Madonna, desató el caos cuando durante su actuación en el festival de Eurovisión, aparecieron dos de sus bailarines con las banderas de Israel y Palestina en la espalda.
Además, la insignia palestina que mostró el equipo de Islandia durante las votaciones fue uno de los momentos más comentados de la noche pero predecible, ya que habían mostrado previamente su apoyo a un boicot, lo que no estaba previsto es que la diva del pop metiera también una enseña en el escenario.
“El poder de la música es unir a la gente”, dijo Madonna antes de su actuación anoche en Tel Aviv, en la que dos miembros de su staff salieron agarrados al escenario con una bandera palestina y otra israelí en la espalda.
Sin embargo, pocos se dieron cuenta en el momento hasta que los medios locales reprodujeron la imagen y mostraron sorpresa por este gesto de la cantante.
Madonna no acepta ninguna agenda política, declaró cuando el movimiento BDS, que promueve el boicot a empresas e instituciones israelíes hasta que termine la ocupación de los territorios palestinos, le pidió que cancelara la actuación.
Pero, llevó a cabo este guiño a la coexistencia, que no había enseñado en los ensayos, y que hizo que la Unión de Radiodifusión Europea (EBU) volviera a insistir hoy en que es un “evento no político”.
Desde que la cantante israelí, Netta Barzilai, se hiciera con el primer puesto en Eurovisión 2018 y trajera a Israel el festival comenzaron los llamamientos al boicot y las acusaciones de querer utilizar el evento para blanquear la imagen del país.
Ninguna delegación internacional canceló su participación, el evento ha contado con la actuación de una estrella como Madonna, y las protestas que se han organizado en Israel apenas han congregado a unos cientos de personas.
Por otra parte, Países Bajos se hizo con la victoria este año con “Arcade” de Duncan Laurence, mientras que “La venda” de Miki, el representante español, se quedó en el puesto 22 de 26.
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Con información de Noticias 24
