William Bracamonte-Barán, médico venezolano, se volvió uno de los investigadores jóvenes más premiados en los Estados Unidos.
Bracamonte-Barán se formó en la escuela de medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV), sin embargo, su pasión siempre estuvo depositada en el ramo de investigación, la cual no recibe mayor importancia en esta nación.
Cabe destacar, que este doctor de 35 años es nacido en el estado Lara, específicamente en la ciudad de Barquisimeto, pero fue criado en Caracas; quien recibió varios premios-becas de la Asociación Americana del Corazón (AHA) y de la Asociación Americana de Enfermedades Inmunológicas (AARDA) en lo que va de 2018.
El significado de los descubrimientos en los que Bracamonte-Barán ha participado son de magnitudes altas, debido a que podrían tener un importante efecto futuro en prevenir y curar enfermedades del corazón y en la aceptación por parte del paciente, de órganos trasplantados.
Las organizaciones de la salud que lo han galardonado se van sumando a dos prominentes universidades de Estados Unidos que lo cortejaron para que llevara allí sus talentos : la Universidad de Wisconsin (UW) y la Universidad John Hopkins de investigaciones, en Baltimore, Maryland.
Y todo esto ha ocurrido en el transcurso de apenas seis años, ya que Bracamonte se traslada a Estados Unidos apenas en 2011 con una oferta y una “beca-sueldo” para estudiar en UW, gracias a la recomendación de un profesor de la UCV.
Declaraciones del médico venezolano
Venir a Estados Unidos no era la prioridad de Bracamonte-Barán, cuando inició sus estudios en la escuela Razetti de la UCV en 1998, quien siempre ha pensado en regresar a su país.
“En mi práctica clínica vi tantas enfermedades que eran difíciles de diagnosticar que terminaban siendo problemas inmunológicos. Mi intención era usar la investigación para resolverlas”, mencionó el joven galeno.
La nostalgia por Venezuela vive en su mente, porque a pesar de su éxito, sus padres están en la nación criolla y él aún sólo cuenta con una visa temporal.
“Fue y sigue siendo muy duro, porque ellos están allá y no he podido visitarlos tanto como quisiera”, expresó.
Con información de La Opinión
