Simón Bolívar, elevado por la historia como el Libertador de América Latina; vino al mundo un 24 de julio del año 1783. Hoy hace 236 años de aquella fecha que dejó huella imborrable en la historia de nuestra Venezuela.
Simón Bolívar creció en el seno de una familia de la arístocracia criolla, quienes vivían en una casa colonial ubicada al oeste de la plaza San Jacinto. Hijo del coronel Juan Vicente Bolívar y María de la Concepción Palacios y Blanco.
Fue el menor de cuatro hermanos: María Antonia, Juana, Juan Vicente y María del Carmen, quién murió poco después de nacer. La tragedia sería una constante en la vida de Bolívar; puesto a que a los nueve años queda huérfano y al cuidado de su tío Carlos Palacios.
Un joven Simón, comenzó su instrucción de la mano de eruditos y maestros como Andrés Bello y Simón Rodríguez. Con 15 años cumplidos, se traslada a Madrid para proseguir con sus estudios. Allí conocería el amor, en la persona de María Teresa del Toro y Alayza, contraerían nupcias en mayo de 1802.
Para el año 1813 le fue otorgado el título honorífico de Libertador por el Cabildo de Mérida en Venezuela, que, tras serle ratificado en Caracas ese mismo año, quedó asociado a su nombre.
Bolívar es considerado por sus acciones e ideas, el Hombre de América y una figura de la historia universal. Dejó un legado político en los países latinoamericanos, algunos de los cuales lo han convertido en objeto de veneración nacionalista.
Ha recibido honores en varias partes del mundo a través de estatuas, monumentos, parques, plazas, etc.
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