Además de seguir el programa de Weight Watchers, Oprah también confesó tener otro truco bajo la manga: dejar de enfocarse en los números que aparecen en la escala.
“A los 90 kilos, dije: está bien”, le contó la emprendedora a la revista de WW. “Nunca en mi vida había llegado a ese punto. Luego a los 86 kilos, también dije, está bien. Si no pierdo otro kilo ahora mismo, estaré bien”. Oprah confesó que por primera vez había aprendido lo que es la auto aceptación, ya que toda su vida solía castigarse por estar atada a un número.
Esa es una de las claves para vivir mejor: elimina objetivos basados en el peso, es lo que hizo la diva de 62 años. En vez de condicionarse a sentirse frustrada con un número que tal vez no era realista, dio un cambio total en su manera de pensar.
“Cuando comencé a adelgazar, necesitaba ser clara en mi intención. Podía bajar de peso para entrar en una talla de vestido, o asistir a un evento, o sencillamente gustarle a los demás. Pero no podía mantenerlo por esas mismas razones, y siempre volvía a ganar lo perdido”, por lo que Oprah aseguró que cambió los motivos por el cuál debía bajar de peso.
“Quiero ser lo más saludable que pueda ser, físicamente, emocionalmente, espiritualmente”. El proceso y el propósito cambiaron para la presentadora y fue más fácil “porque mi intención era más clara”, añadió.
Con información de Eonline
