Unos albañiles argentinos soldaron un tubo en una pared, sin percatarse que habían dejado puesta una escalera, por lo que tendrán que cortar una de las dos cosas.
Al escuchar los comentarios irónicos de un compañero, los albañiles ríen y se dirigen a buscar herramientas para cortar el caño que acaban de fijar, o en su defecto, la escalera.
Con información de Actualidad RT