Los seres humanos percibimos el mundo que nos rodea a través de los sentidos: la vista, la audición, el tacto, el gusto y el olfato, son las vías de entrada de toda la información proveniente del mundo exterior. Le ofrecen a nuestro cerebro información precisa y vital, brindando percepciones que se transforman en conocimientos que registramos y guardamos para utilizar en caso de necesidad.
Olfato y sexo
Los efectos del olor en la atracción sexual reside en un segmento de ADN llamado “Complejo Mayor Histicompatible” (MHC), capaz de reconocer un gran número de sustancias extrañas que penetran en el cuerpo. Las mujeres tienen un olfato extremadamente fino para distinguir las diferencias genéticas más sutiles en los hombres.
No es por nada, pero el olfato es el sentido más fuerte al nacer y tiene una memoria excepcional superior al tacto, al oído, al gusto y a la visión. De hecho, hay quienes con un olor recuerdan un paraje casi olvidado de su vida.
En pocas palabras, al alborotar el olfato de tu pareja, activas las mismas urgencias eléctricas que siente cuando te diriges a sus genitales.
¿Cómo emplear entonces este conocimiento?
Las mujeres se sienten seducidas por las cadencias aromáticas de la lavanda, el limón y especias de ciertos perfumes masculinos, que despiertan en ellas las imágenes preconcebidas de la masculinidad.
De la misma manera, los hombres se inclinan hacia fragancias de vainilla, flores y maderas exóticas, que por un lado lo devuelven a la infancia y por el otro, perpetúan la idea de la feminidad transmitida de generación en generación.
Pues, si creías que en el sexo todo estaba dicho, tal vez el sentido del olfato puede darte más de una sorpresa y ayudarte a conocer sensaciones que ni te imaginabas que existían.
La relevancia que tiene este sentido en el sexo es innegable, por lo que sería óptimo probar un encuentro sexual libre de aromas artificiales. Esto no significa permanecer sucio, sino quitar el exceso de perfumes de la piel para que su esencia natural se disfrute mutuamente.
De este modo, algunos sexólogos recomiendan el siguiente ejercicio erótico: recorrer lentamente con la nariz el cuerpo de la pareja, sintiendo el contacto de la piel y descubriendo su olor natural, después se invierten los papeles. Este juego puede ser un gran estimulante para enriquecer la vida sexual en pareja y disfrutar del olor único de tu crush.
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