En el momento en que una madre estadounidense se contactó con la posible abuela de su hija, concebida mediante una fertilización in vitro con el esperma de un donante anónimo, no se imaginaba que este acercamiento le traería graves consecuencias legales y además, privaría a su hija la posibilidad de tener hermanos biológicos, así informó CBS.
Northwest Cryobank, el centro médico encargado del proceso de reproducción asistida, envió un comunicado a Danielle Teuscher, con una advertencia que señala que no puede comunicarse con el donante de nuevo, puesto que en caso contrario podría afrontar una multa de 20.000 dólares.
Además, le anunció que se le prohibía el acceso a otras cuatro reservas de esperma del mismo donante que la mujer compró para concebir más bebés en el futuro.
Teuscher aseguró que el hallazgo fue casual, a raíz de unas pruebas de ADN comerciales del servicio ’23andMe’ con su familia para saber más sobre la descendencia de sus miembros e incluso posibles problemas de salud.
De manera sorpresiva, en los resultados apareció una persona que parecía ser uno de los parientes inmediatos del donante anónimo para luego, decidir enviarle un mensaje en la plataforma de la empresa, habilitada para quienes quieran hacerlo.
“No quiero cruzar ningún límite o hacer que alguien se sienta incómodo. Solo quiero hacerle saber que estamos aquí y estamos abiertos al contacto”, afirmó Teuscher tras explicar brevemente a la mujer la situación. No obstante, la aparente abuela de la niña respondió que no entendía el mensaje. Tiempo después Teuscher recibió la carta de Northwest Cryobank.
La joven madre declaró que se siente devastada, porque creyó que hacía lo mejor para su hija y al perder la posibilidad de procrear otros hermanos para su hija, le han hecho sentir como si fuese “una criminal”.
Con información de RT
