Bebé de siete meses fue asesinada por sicarios contratados por un policía en Ibarra-Ecuador para asesinar a la madre de la criatura.
A la victima la abordaron dos delincuentes, quienes le propinaron varios golpes y la hirieron. Durante el forcejeo, la percusión de un disparo atravesó el cuerpo de la criatura, ingresando por el hombro izquierdo y saliendo por el derecho, provocándole la muerte.
Una vez que se escucharon los disparos, vecinos reportaron el acto violento. Hasta el lugar llegaron policías de varias dependencias, para iniciar la búsqueda de los dos sujetos.
Utilizando un helicóptero aeropolicial y drones lograron identificar a los antisociales escondidos en la vegetación. El vestuario los delató y la moto la localizaron a pocos metros.
Fotografías captadas por testigos del hecho cuando huían los malhechores sirvieron para reconocerlos y atraparlos, en medio de una muchedumbre que quería hacer justicia con mano propia.
Fausto Salinas, director nacional de Operaciones de la Policía Nacional, dijo que los presuntos sicarios son de nacionalidad ecuatoriana; uno de ellos registra antecedentes relacionados con sicariato, robo y juicio de alimentos.
El oficial agregó que se presume que querían matar a la mujer; ya que había pagos pendientes del uniformado ahora detenido por paternidad, por lo que contrató a estas personas para que cometan el delito, reseñó el diario el Universo.
El policía y autor intelectual del crimen entregó el arma de dotación a los presuntos sicarios y una motocicleta. Además, según las indagaciones, el gendarme habría pagado $ 3.500 para evitar cancelar $ 290 que establecía la pensión alimenticia.
La esposa del policía y dos personas más podrían ser vinculadas a este caso que conmocionó a ese país.
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