El ajo es un aderezo que no puede faltar en la cocina del venezolano, pero además de su aporte alimenticio también aporta innumerables propiedades beneficiosas para la salud.
Según los estudios realizados por diversas universidades y laboratorios, el ajo disminuye la presión arterial -ayudando a la circulación de la sangre en el organismo-; erradica el cansancio durante la gestación -dándole más energía a las madres para su día a día-, y cura algunas infecciones vaginales.
Asimismo, el ajo ayuda a prevenir el cáncer -en su mayoría a las mujeres-, disminuye el colesterol -reduciendo las posibilidades de contraer males cardiovasculares-y desintoxicar al cuerpo de metales pesados.
Del mismo modo, el estudio de cuatro semanas realizado a empleados de una fábrica de baterías de coche -exposición excesiva a plomo- arrojó que el ajo bajó los niveles de plomo en la sangre de los trabajadores en un 19%. Además, mermó muchos signos clínicos de toxicidad, incluidos dolores de cabeza y presión sanguínea.
Todo esto se ve sustentado por el estudio del Memorial Sloan Kettering Cancer Center, el cual asegura que los dientes de ajos son una fuente de antioxidantes, y al triturarlo se vuelve en alicina.
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