El presidente de EEUU Joe Biden intensificó la presión sobre Israel para que ponga fin a 10 días de escaramuzas violentas con los palestinos, dejando claro en una llamada el miércoles con el primer ministro Benjamin Netanyahu que esperaba una “desescalada significativa” para el final del día.
Biden pidió a Netanyahu que avanzara “hacia el camino del alto el fuego”, según una descripción de la Casa Blanca de su conversación.
También hay presión sobre Biden para que haga algo más, ya que más de 200 personas han muerto en los combates. Hasta el miércoles, Biden había evitado presionar al aliado estadounidense de forma más directa y pública para que se produjera un alto el fuego, o había transmitido ese nivel de urgencia para poner fin a los ataques aéreos israelíes dirigidos contra Hamás en la densamente poblada Franja de Gaza.
El gobierno de Biden ha recurrido a lo que los funcionarios describieron como una diplomacia “silenciosa e intensiva”, incluyendo la anulación de una declaración del Consejo de Seguridad de la ONU que habría abordado un alto el fuego. La gestión de la administración abrió una brecha entre Biden y los legisladores demócratas, decenas de los cuales han pedido un alto el fuego.
Los ataques aéreos israelíes matan a 6 personas y arrasan una gran casa familiar en Gaza
Los ataques aéreos israelíes mataron al menos a seis personas en la Franja de Gaza y destruyeron la casa de una familia numerosa a primera hora del miércoles. El ejército dijo que había ampliado sus ataques en el sur del territorio palestino para aplastar los continuos disparos de cohetes de Hamás, mientras que otra andanada también llegó desde el Líbano.
Biden a Netanyahu
Por tercera vez desde que comenzó la guerra, se lanzaron cohetes a Israel desde el norte. El ejército israelí dijo que uno cayó en una zona abierta, dos cayeron en el mar y uno fue interceptado por las defensas aéreas. Funcionarios de seguridad libaneses dijeron que los últimos cohetes fueron lanzados desde las afueras de la localidad de Qlayleh, en el sur del país, y añadieron que cuatro cayeron dentro del territorio libanés. Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato de acuerdo con las normas.
Mientras tanto, en el sur de Gaza, los residentes examinaban los montones de ladrillos, hormigón y otros escombros que habían sido el hogar de 40 miembros de la familia al-Astal. Dijeron que un misil de advertencia alcanzó el edificio en la ciudad de Khan Younis cinco minutos antes del ataque aéreo, lo que permitió que todos escaparan.
Ahmed al-Astal, profesor universitario, describió una escena de pánico antes del ataque aéreo, con hombres, mujeres y niños saliendo a toda prisa del edificio. Algunas mujeres ni siquiera tuvieron tiempo de cubrirse el pelo con los pañuelos musulmanes, dijo.
“Acabábamos de salir a la calle, sin aliento, cuando llegó el devastador bombardeo”, dijo. “No dejaron más que destrucción, los gritos de los niños llenaban la calle. … Esto está pasando y no hay nadie que nos ayude. Pedimos a Dios que nos ayude”.
El ejército israelí dijo que había atacado una red de túneles militantes alrededor de las ciudades de Khan Younis y Rafah, con 52 aviones que alcanzaron 40 objetivos subterráneos. El Ministerio de Sanidad de Gaza dijo que una mujer murió y ocho personas resultaron heridas en esos ataques.
La radio Al-Aqsa, dirigida por Hamás, dijo que uno de sus reporteros murió en un ataque aéreo en la ciudad de Gaza. Entre los seis muertos del miércoles se encuentran también dos personas que murieron cuando los misiles de advertencia se estrellaron contra su apartamento.
Ataques a Gaza
Los últimos ataques se produjeron mientras los esfuerzos diplomáticos encaminados a un alto el fuego cobraban fuerza;y la infraestructura de Gaza, ya debilitada por un bloqueo de 14 años, se deterioraba rápidamente. Los suministros médicos, el agua y el combustible para la electricidad se están agotando en;el territorio, al que Israel y Egipto impusieron el bloqueo después de que el grupo militante islámico Hamás tomara el poder en 2007.
El gobierno de Biden estaba animando en privado a Israel a reducir sus bombardeos sobre Gaza. Los negociadores egipcios;también estaban trabajando para detener los combates y, aunque no han logrado avances con Israel,;eran optimistas de que la presión internacional le obligaría a sentarse a la mesa. Los funcionarios hablaron de la delicada diplomacia bajo condición de anonimato.
Pero aún no estaba claro si esos esfuerzos darían resultados, ni cuán pronto. El primer ministro Benjamin;Netanyahu dijo que Israel espera restablecer la tranquilidad “rápidamente”, pero no excluyó la posibilidad de una nueva escalada.
“Puedes conquistarlos, y eso es siempre una posibilidad abierta, o puedes disuadirlos”, dijo a los embajadores extranjeros. “Ahora mismo estamos comprometidos con una disuasión contundente, pero tengo que decir que no descartamos nada”. Biden a Netanyahu
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