Así como todo en la vida, las relaciones de pareja se van adaptando a los tiempos y las circunstancias, pues no es lo mismo un noviazgo ahora que hace 20 años atrás, así como ha cambiado la sociedad como consecuencia de la tecnología.
¿Cómo afecta la tecnología a las relaciones amorosas? En parte, contribuyen a sentir celos. Sí, porque ahora gracias a las computadoras, tablets y celulares, los celos son cada vez más un asunto de extrema obsesión. Todos depositamos gran parte de nuestra vida e intimidad en un pequeño aparato que cargamos en el bolsillo, pero la confianza que ponemos en nuestros celulares es un arma de doble filo.
La revisión de los celulares es una práctica cada vez más común, una serie invasión a la privacidad, muestra de desconfianza y exceso de celos. Este último factor ha existido desde siempre, no es novedad, pero hoy en día la manera de expresarlos es completamente distinta. Es decir, muchas veces ni siquiera los declaramos frontalmente, ahora sólo basta con revisar las redes.
Ya sea que ambos permitan revisar el celular del otro, o que uno busque los momentos para hacerlo a escondidas, aunque puede ser una buena forma de aminorar los celos, también supone una entrega total de la privacidad al otro.
Un arma de manipulación, de amenazas, desconfianza, entre otras cosas. La pareja deja la intimidad de lado, lo que es un grave error en cualquier relación. Sin duda, un arma de doble filo, aunque sea “por el bien de la relación”.
¿Cómo combatirlo? Quizás la manera más efectiva es hacer que el celular no sea un tema de interés: no esconderlo, no estar preocupado de él, nunca sucumbir a la tentación de revisarlo a escondidas. Aunque claramente, la mejor solución, simple y recomendable es hablar siempre las cosas, de forma directa.
Con información de Upsocl
