La domesticación de plantas y animales hace 10.000 años se considera uno de los momentos clave de la historia de la humanidad. Hierbas como el trigo, la cebada, el arroz y el mijo fueron de las primeras en ser domesticadas, mientras que las frutas, debido a sus largas fases juveniles, lo fueron mucho más tarde. Algunas frutas como las manzanas, los dátiles y las granadas se domesticaron no antes de hace 4000-5000 años.
Ahora, un estudio internacional ha arrojado luz sobre la historia evolutiva de la patilla domesticada, aprovechando los genomas de sus variedades silvestres.
El registro arqueológico de los frutos es escaso, ya que la gente se pasó a las variedades sin semillas (aunque no es el caso de las patillas) y adoptó el injerto y la propagación vegetativa como método de cultivo. Por ello, la genómica se ha convertido en un método clave para entender las relaciones evolutivas de las frutas cultivadas.
El estudio concluyó que el melón de Kordofán de Sudán, Citrullus lanatus cordophanus, es el pariente más cercano y el progenitor silvestre más probable de la patilla moderna, Citrullus lanatus vulgaris.
Se cree que el melón de Kordofán se extendió hasta el Sáhara durante el Período Húmedo Africano del Holoceno (hace 14,8-5,5 mil años), cuando África era mucho más húmeda que hoy.
Sin embargo, las poblaciones modernas del melón de Kordofán o los descendientes del progenitor sólo existen hoy en la región del Sahel oriental. Los agricultores locales de Darfur (Sudán) siguen cultivando el melón Kordofán, ya que necesitan una variedad que se adapte a la brevísima temporada de lluvias de la región.
¿De dónde viene la patilla?
Aunque no está claro qué pueblo domesticó las primeras patilla, ni cuáles fueron sus patrones de migración, el melón sudanés de Kordofán fue definitivamente un recurso clave de la domesticación de la patilla.
Curiosamente, otros estudios han identificado el melón de Kordofán en la iconografía del antiguo Egipto. Se han identificado dos representaciones que se consideran del melón sudanés en las tumbas de Meir (2350-2200 a.C.) y en Saqqara (2360-2350 a.C.). Una tercera representación, también confirmada como la del melón de Kordofán, procede de un papiro fechado entre 1069 y 945 a.C. Estos registros arqueológicos concuerdan con que el melón de Kordofán es un progenitor directo de la patilla cultivada”, afirma el artículo.
Al comparar las secuencias del genoma de diversas variedades silvestres y cultivadas, el estudio encontró una mezcla significativa entre el melón Kordofan, el melón egusi y otras variedades domesticadas. Esto se debió a la proximidad de los centros de cultivo a la extensión de las poblaciones silvestres. En definitiva, “estos resultados apoyan que el melón Kordofan sudanés podría ser el progenitor directo del melón domesticado”.
Los enfoques genómicos, sin embargo, tienen sus limitaciones, como señalan los autores. Las variedades silvestres, en muchos casos, podrían haberse extinguido. O, como en el caso de la patilla, podría haber habido múltiples eventos de hibridación/mezcla.
¿Escaparon a la domesticación?
También es probable que las variedades domesticadas se asilvestren, es decir, que “escapen” a la domesticación y se establezcan en la naturaleza. Por ejemplo, en este estudio, los autores examinan si la relación entre el melón de Kordofán y la patilla domesticada podría ser a la inversa. Es decir, podría ser que el melón de Kordofán fuera asilvestrado. Sin embargo, llegaron a la conclusión de que el Kordofan es el progenitor, ya que posee más diversidad genética que el domesticado.
Al comparar las secuencias del genoma de diversas variedades silvestres y cultivadas, el estudio encontró una mezcla significativa entre el melón Kordofan, el melón egusi y otras variedades domesticadas. Esto se debió a la proximidad de los centros de cultivo a la extensión de las poblaciones silvestres. En definitiva, “estos resultados apoyan que el melón Kordofan sudanés podría ser el progenitor directo del melón domesticado”.
Los enfoques genómicos, sin embargo, tienen sus limitaciones, como señalan los autores. Las variedades silvestres, en muchos casos, podrían haberse extinguido. O, como en el caso de la patilla, podría haber habido múltiples eventos de hibridación/mezcla.
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