Siempre que te recuperes de una enfermedad, o que busques ganar fuerzas, es aconsejable que comas de forma saludable. Se sabe que la dieta desempeña un papel importante en la reducción del riesgo de muchas enfermedades, incluido el cáncer. Shweta Mahadik, dietista prominente de India, aconseja que las personas, especialmente las que están en tratamiento contra el cáncer, incorporen ciertas frutas y verduras a su dieta para frenar su crecimiento y reducir ciertos efectos secundarios del tratamiento.
* Manzanas:
Las manzanas contienen una variedad de fitoquímicos, como la quercetina, la catequina, la floridzina y el ácido clorogénico, que son importantes antioxidantes. Las manzanas son una buena fuente de fibra dietética y de compuestos polifenólicos que trabajan con los microbios intestinales para reforzar las defensas contra el cáncer. Muchos estudios han descubierto que el consumo de manzanas puede reducir el riesgo de padecer receptores de estrógeno, que es la forma negativa del cáncer de mama.
* Naranjas: Algunos cítricos, especialmente las mandarinas y las naranjas, tienen una actividad antiangiogénica y antitumoral. Se ha observado que los individuos que consumen cítricos a diario tienen un menor riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, como los de pulmón, colorrectal y de estómago. Dos flavonoides abundantes en los cítricos son la nobiletina y el ácido ascórbico (vitamina C), que han demostrado inhibir el crecimiento y la propagación de los tumores.
* Arándanos: El arándano rojo contiene ácido ursólico y proantocianidinas. El consumo regular de extracto de arándano rojo inhibe el crecimiento de líneas celulares de cáncer de mama, cáncer de colon, cáncer de cuello de útero, glioblastoma, leucemia, cáncer de pulmón, melanoma, cáncer de cavidad oral, cáncer de próstata y cáncer renal.
* Bayas: Las bayas son una rica fuente de muchos nutrientes como las vitaminas A, C, E, carotenoides, folato, calcio, selenio, fenoles simples y complejos y fitoesteroles. Los antocianósidos y el resveratrol son uno de los antioxidantes más activos que se encuentran en los arándanos. Estos antioxidantes tienen efectos anticancerígenos, como la actividad de eliminación de radicales, la activación de las enzimas desintoxicantes de fase II y la disminución de la proliferación e inflamación de las células. El resveratrol, que también se encuentra en la piel de las uvas rojas, tiene varios beneficios para la salud. También presenta propiedades quimioterapéuticas, como la antiinflamación.
La dietista sugiere algunas ideas para mejorar la respuesta a la terapia contra el cáncer:
Si hay pérdida de apetito:
– Coma cinco o seis comidas más pequeñas al día
– Comience con una dieta alta en proteínas mientras su apetito sea más fuerte
– Mantenga los alimentos y bebidas favoritos con alto contenido calórico al alcance de la mano
– Intente realizar toda la actividad física que pueda, para ayudar a estimular el apetito
Para las náuseas y los vómitos
– Haga comidas pequeñas y frecuentes
– Comer alimentos y sorber líquidos claros a temperatura ambiente o más fríos puede ser más fácil de tolerar
– Evite los alimentos ricos en grasas, picantes o demasiado dulces
– Evitar los alimentos con un olor fuerte
– Beber a sorbos entre las comidas en lugar de hacerlo con ellas
– En el caso de los vómitos, evite comer hasta que se controlen los vómitos y, a continuación, intente beber a sorbos pequeñas cantidades de líquidos claros, como caldo o zumo de arándanos. También puede ser beneficioso picar alimentos sencillos como pan, galletas saladas. Dieta para combatir el cáncer
Para la fatiga:
Intente beber mucho líquido. Estar deshidratado puede empeorar la fatiga. Intente beber al menos ocho tazas de líquido hidratante cada día, a menos que se le aconseje restringir los líquidos por otra condición médica. Los líquidos hidratantes incluyen agua, zumos de frutas, caldo, sopa, batidos. Dieta para combatir el cáncer
Diarrea:
– Beba muchos líquidos como agua, zumos de frutas, caldo de sopa, agua con limón, té negro con limón
– Coma pequeñas cantidades de alimentos blandos y suaves
– Incluya en su dieta alimentos hidrosolubles como plátanos, manzana, avena.
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