El aceite de ricino se ha usado por mucho tiempo como un remedio para la caída y el adelgazamiento del cabello. También tiene otros usos, entre ellos, como hidratante del cabello, controlador del volumen y para desenredar los nudos. También puede fortalecer y engrosar el cabello.
El aceite de ricino es rico en ácidos grasos esenciales, que pueden mejorar la calidad del cabello y reducir su fragilidad.
Además de restaurar algunas propiedades naturales del cabello, el aceite de ricino también es hidratante y humectante, lo que restaura la dureza del pelo y lo hace menos sensible ante los agentes químicos y físicos.
Las propiedades del aceite de ricino para el cabello son conocidas por miles de mujeres alrededor del mundo, e incluso por especialistas en el cuidado del cuero cabelludo.
Este producto mejora su apariencia y ayuda a al crecimiento, evitando la caída y fortaleciendo los folículos pilosos, funciona como acondicionador, por lo que el pelo se verá más saludable.
También nutre e hidrata, por lo que con el aceite de ricino se evita la sequedad y el debilitamiento del cabello.
Cómo aplicar el aceite de ricino en el cabello
Lo más indicado es aplicarse el aceite sobre el cuero cabelludo dos veces por semana durante unos dos meses.
El mejor momento de hacerlo es después de la ducha. Una vez que se ha lavado el pelo y cuando ya se ha eliminado el exceso de humedad con una toalla.
Aplícalo y masajea suavemente el cuero cabelludo durante un minuto. Después, se envuelve el pelo en una toalla y se deja actuar durante 15 minutos.
Trascurrido este tiempo es el momento de volver a lavar el pelo para eliminar el aceite. Hay que incidir bien en el lavado para evitar que el pelo quede graso como consecuencia del aceite.
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