Al menos siete personas han muerto y 140 han resultado heridas después de que los militares sudaneses tomaran el poder, según ha declarado un funcionario del Ministerio de Sanidad.
El general Abdel Fattah al-Burhan disolvió el lunes el Consejo Soberano militar-civil y anunció el estado de emergencia.
Ha prometido celebrar elecciones en julio de 2023 y luego entregar el poder a un gobierno civil elegido.
“Lo que el país está viviendo ahora es una verdadera amenaza y un peligro para los sueños de la juventud y las esperanzas de la nación”, dijo sobre el Consejo Soberano, que se había establecido tras el derrocamiento del autócrata Omar al-Bashir en un levantamiento popular hace dos años.
La ministra de Asuntos Exteriores de Sudán, Mariam al-Sadiq al-Mahdi, declaró al corresponsal de Sky News en África, John Sparks, que se sentía traicionada por lo que había hecho el general Burhan.
“Absolutamente, absolutamente, esto es una traición total, nos hemos reunido con él el pasado martes y se comprometió a que no habría ningún golpe de estado y se comprometió a referirse plenamente al documento constitucional”.
Preguntada por si había roto su palabra, dijo: “Absolutamente ha roto su palabra que nos dio el martes pasado y ha revocado unilateralmente su compromiso con los documentos que describen todo el periodo provisional”.
Golpe de estado en Sudán
Miles de personas salieron a las calles de la capital, Jartum, y de su ciudad gemela, Omdurman, en protesta por el golpe.
Levantaron barricadas en las calles y prendieron fuego a los neumáticos mientras las fuerzas de seguridad abrían fuego,;matando al menos a siete personas.
La principal coalición de la oposición, Fuerzas de la Libertad y el Cambio, hizo un llamamiento a la acción pacífica;en las calles para derrocar la toma de posesión militar.
El Ministerio de Información, que sigue siendo leal al gobierno disuelto, calificó el discurso de Burhan de “anuncio de la;toma del poder por un golpe militar”.
Los gobiernos de Reino Unido, Estados Unidos y Noruega condenaron el golpe, manifestando su profunda preocupación por la situación.
Pidieron a las fuerzas de seguridad que liberaran a los detenidos, según una declaración conjunta publicada por el Departamento de Estado estadounidense.
Este hecho se produce semanas después de que aumentaran las tensiones entre los líderes civiles y militares de Sudán tras;un intento fallido de golpe de Estado en septiembre.
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