Las antiguas huellas humanas conservadas en el suelo del Parque Nacional de White Sands, en Nuevo México, son sorprendentemente antiguas, según informaron los científicos el jueves, y se remontan a unos 23.000 años, a la edad de hielo.
Los resultados, si se sostienen, rejuvenecerán el debate científico sobre cómo los humanos se extendieron por América por primera vez, implicando que lo hicieron en una época en la que enormes glaciares cubrían gran parte de su camino.
Los investigadores que han defendido esa llegada temprana han saludado el nuevo estudio como una prueba firme.
“Creo que éste es probablemente el mayor descubrimiento sobre el poblamiento de América en cien años”, dijo Ciprian Ardelean, arqueólogo de la Universidad Autónoma de Zacatecas (México) que no participó en el trabajo. “No sé a qué dioses rezaban, pero es un hallazgo de ensueño”.
Durante décadas, muchos arqueólogos han mantenido que los humanos se extendieron por América del Norte y del Sur sólo al final de la última edad de hielo. Señalaron que las herramientas más antiguas conocidas, como puntas de lanza, raspadores y agujas, datan de hace unos 13.000 años. Esta tecnología se conoce como Clovis, en honor a la localidad de Nuevo México donde salieron a la luz algunos de estos primeros instrumentos.
Huellas antiguas en Nuevo México
La edad de las herramientas Clovis coincidía perfectamente con el retroceso de los glaciares. Esa alineación reforzó la hipótesis de que los cazadores-recolectores siberianos se trasladaron a Alaska durante la edad de hielo, donde vivieron durante generaciones hasta que se abrieron corredores libres de hielo que les permitieron expandirse hacia el sur.
Pero a partir de la década de 1970, algunos arqueólogos empezaron a publicar pruebas más antiguas de la presencia de la humanidad en Norteamérica. El año pasado, Ardelean y sus colegas publicaron un informe sobre herramientas;de piedra en una cueva de montaña en México que data de hace 26.000 años.
Otros expertos se han mostrado escépticos ante estos hallazgos tan antiguos. Ben Potter, arqueólogo del Centro de Estudios del Ártico de la Universidad de Liaocheng (China), dijo que algunas de estas;supuestas herramientas podrían ser en realidad rocas con formas extrañas. Potter también cuestionó algunas de las fechas que los científicos han asignado a sus hallazgos. Si una herramienta se hunde en el sedimento subyacente, por ejemplo, puede parecer más antigua de lo que realmente es.
Las huellas fueron descubiertas por primera vez en 2009 por David Bustos, director del programa de recursos del parque. A lo largo de los años, ha traído a un equipo internacional de científicos para ayudar a dar sentido a los hallazgos.
Juntos, han encontrado miles de huellas humanas en 80.000 acres del parque. Una huella fue hecha por alguien que caminó en línea recta durante 1,5 millas. Otro muestra a una madre dejando a su bebé en el suelo. Otras huellas fueron hechas por niños.
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