Decenas de miles de personas (230.000 según los organizadores, 56.000 según la Policía), participaron este domingo en una nueva marcha en Hong Kong (China) contra el Gobierno autónomo y el proyecto de ley de extradición.
La quinta protesta de grandes dimensiones en menos de un mes, tenía como objetivo apelar directamente a los turistas chinos. La ruta comenzaba en Tsim Sha Tsui, una zona de comercios de lujo muy frecuentada por estos visitantes, y concluía en la estación de tren de alta velocidad que conecta el territorio con la China continental.
Por su parte los organizadores, liderados por el joven activista Ventus Lau, cumplieron en mayor medida su promesa de llevar una marcha “pacífica, racional y simpática“. No obstante, hubo algunos choques menores con los turistas o con la Policía que protegía la estación.
De esta forma, se llevó a cabo la primera marcha desde que el pasado lunes varios centenares de jóvenes ocuparon durante tres horas el Parlamento autónomo para protestar contra el Gobierno. Sin embargo, la participación resultó superior a la esperada, según los organizadores.
Muchos manifestantes aseguraban que a la calle para expresar su apoyo a los jóvenes que entraron en el Legislativo: “se puede estar de acuerdo con eso o no, pero entiendo por qué lo hicieron. Querían defender Hong Kong y nuestras libertades”, sostenía Cindy, una mujer de 49 años.
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