Una nave espacial de los Emiratos Árabes Unidos se puso en órbita alrededor de Marte en la primera misión interplanetaria del mundo árabe el martes, la primera de tres exploradores robóticos que llegarán al planeta rojo en la próxima semana y media.
El orbitador, llamado Amal, Esperanza en árabe, recorrió 300 millones de millas en casi siete meses para llegar a Marte con el objetivo de cartografiar su atmósfera a lo largo de cada estación.
Un orbitador y un módulo de aterrizaje combinados de China le siguen de cerca, y está previsto que lleguen al planeta el miércoles. Dará vueltas a Marte hasta que el rover se separe e intente aterrizar en la superficie en mayo para buscar señales de vida antigua.
Un rover estadounidense llamado Perseverance se unirá a la multitud la próxima semana, con el objetivo de aterrizar el 18 de febrero. Será la primera etapa de un proyecto estadounidense y europeo de una década de duración que pretende traer a la Tierra rocas de Marte para examinarlas en busca de pruebas de que el planeta albergó alguna vez vida microscópica.
Alrededor del 60% de las misiones a Marte han acabado en fracaso, estrellándose, quemándose o quedándose cortas, lo que demuestra la complejidad de los viajes interplanetarios y la dificultad de descender a través de la fina atmósfera de Marte.
Si lo consigue, China se convertirá en el segundo país en aterrizar con éxito en Marte. Estados Unidos lo ha hecho ocho veces, la primera hace casi 45 años. Un rover y un módulo de aterrizaje de la NASA siguen trabajando en la superficie.
Nave espacial de los Emiratos Árabes Unidos
Para los Emiratos Árabes Unidos, se trata de la primera aventura del país más allá de la órbita terrestre, lo que hace que el vuelo sea una cuestión de intenso orgullo nacional.
Durante días, los monumentos de los EAU, incluido el Burj Khalifa, la torre más alta de la Tierra, se iluminaron de rojo para conmemorar la llegada anticipada de Amal. Este año se celebra el 50º aniversario de la fundación del país, lo que hace que Amal reciba aún más atención.
La estación meteorológica celeste tenía como objetivo una órbita marciana excepcionalmente alta de 13.670 millas por 27.340 millas (22.000 kilómetros por 44.000 kilómetros). Se uniría a las seis naves espaciales que ya operan alrededor de Marte: tres estadounidenses, dos europeas y una india.
Se esperaba que Amal llevara a cabo una intrincada serie de giros y encendidos de motores para;maniobrar hasta la órbita y conseguir lo que se les ha escapado a tantos antes.
“Si algo sale mal, se pierde la nave”, dijo Sarah al-Amiri, ministra de Estado para la tecnología;avanzada y presidenta de la agencia espacial de los EAU.
Un éxito supondría un tremendo impulso a las ambiciones espaciales de los EAU. El primer astronauta;del país se lanzó al espacio en 2019, haciendo un viaje a la Estación Espacial Internacional con los rusos. Eso es 58 años después de que la Unión Soviética y Estados Unidos lanzaran astronautas.
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