El Vaticano ha exonerado a un obispo retirado de Estados Unidos de múltiples acusaciones de abusos sexuales a menores y adolescentes, rechazando la determinación de expertos laicos de que media docena de acusaciones eran creíbles y, en su lugar, dándole un tirón de orejas por lo que calificó de comportamiento imprudente “flagrante”.
La Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano exoneró al obispo retirado de Cheyenne, Wyoming, Joseph Hart, de siete acusaciones de abuso y determinó que otras cinco no podían probarse “con certeza moral”. Otros dos casos que involucraban a chicos de 16 y 17 años no pudieron ser procesados porque la Iglesia Católica no los consideraba menores de edad en el momento de los supuestos abusos, informó el lunes la diócesis. Una decimotercera acusación no fue abordada en el decreto.
Hart, de 89 años, ha mantenido durante mucho tiempo su inocencia y ha negado todas las acusaciones de mala conducta. Su abogado, Thomas Jubin, dijo que las múltiples acusaciones contra Hart eran “engañosas”, con algunas basadas en información de segunda y tercera mano, y con algunos acusadores enfatizando que Hart no los tocó físicamente.
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“A pesar de ello, el obispo Hart me pide que transmita que sigue rezando por todos los implicados en este caso para que encuentren paz y curación. Ahora pide, y yo también, que se le conceda paz en el ocaso de esta vida mientras se prepara para encontrarse con su Dios en la próxima”, dijo Jubin en un comunicado.
La decisión del Vaticano decepcionó claramente al sucesor de Hart, el obispo Steven Biegler, quien subrayó que las conclusiones del Vaticano no significan que Hart sea inocente, sino que la Santa Sede determinó que no se había cumplido la elevada carga de la prueba.
“Hoy quiero que los supervivientes sepan que les apoyo y les creo”, dijo Biegler en un comunicado. “Comprendo que este anuncio no aportará un cierre a los supervivientes, a sus familiares, al obispo Hart y a todos los afectados”.
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Biegler ha mantenido previamente las conclusiones de su junta de revisión, que determinó que media docena de reclamaciones eran creíbles. Y su declaración diocesana señaló las calificaciones de sus miembros: “las fuerzas del orden; la administración escolar; un doctor en psicología; un pediatra; un psicoterapeuta, que trata a niños víctimas de abusos sexuales; y un juez, que fue fiscal penal durante 13 años en relación con delitos contra los niños, principalmente abusos sexuales a menores”.
Por otro lado, la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano, o CDF, se basa en el juicio de sacerdotes y obispos canonistas y, en última instancia, del Papa. Durante décadas, el Vaticano ha sido criticado por los grupos de víctimas por dar a los obispos un pase cuando han sido acusados de abusos sexuales o de encubrirlos.
En los últimos años se han hecho algunas excepciones, la más famosa en el caso del ex cardenal Theodore McCarrick, que fue destituido después de que la CDF determinara que había abusado tanto de menores como de adultos, incluso durante la confesión, esencialmente las mismas acusaciones contra Hart.
Como resultado, la sentencia mostró la naturaleza arbitraria de las deliberaciones y juicios canónicos sobre abusos sexuales del Vaticano, que no son públicos. La anterior diócesis de Hart, Kansas City-St. Joseph, llegó a acuerdos judiciales hace años con al menos 10 víctimas. Pero los fiscales penales de Wyoming también decidieron el año pasado no proceder a acusar a Hart.
Anne Barrett Doyle, del recurso en línea BishopAccountability.org, dijo que el fallo del Vaticano era “desgarrador y vergonzoso” y mostraba que la ley de la iglesia está sesgada a favor de los sacerdotes y obispos.
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“Los defensores del derecho canónico podrían señalar el castigo del ex-cardenal McCarrick como prueba de que el sistema funciona. Pero por cada McCarrick, hay cinco Harts: obispos que conservan sus títulos y pensiones frente a múltiples acusaciones”, dijo en un correo electrónico, y agregó que el fallo pone en duda la promesa del Papa Francisco de hacer responsables a los obispos.
En su decreto, la CDF reprendió a Hart “por su flagrante falta de prudencia como sacerdote y obispo por estar;a solas con menores en su residencia privada y en varios viajes que podrían haber sido ocasiones;potenciales de poner en peligro la ‘obligación de observar la continencia’ y que ‘darían lugar a escándalo entre los fieles'”, dijo la diócesis.
Hart también fue reprendido por no respetar las restricciones anteriores del Vaticano que le prohibían tener;contacto con menores y seminaristas y participar en compromisos públicos, dijo la diócesis, añadiendo que esas restricciones siguen vigentes. Obispo Joseph Hart
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Jubin, el abogado de Hart, criticó a Biegler por lo que, según él, es una “grandilocuencia” y un intento de ignorar;el debido proceso al tratar de condenar a Hart en el “tribunal de la opinión pública”. Obispo Joseph Hart
Según ha podido saber Associated Press, la CDF había encargado la investigación sobre Hart al obispo de Indianápolis,;Charles Thompson, que fue noticia en 2019 cuando ordenó a dos institutos católicos que despidieran;a profesores con matrimonios del mismo sexo. Después de que una escuela jesuita se negara,;el Vaticano suspendió temporalmente la orden de Thompson que anulaba el reconocimiento católico de la escuela.
La CDF bajo su actual liderazgo parece seguir las recomendaciones de los obispos locales que investigan los delitos sexuales,;mientras que solía tomar un papel más proactivo en la sanción y destitución de los clérigos acusados. Obispo Joseph Hart
Hart fue sacerdote en Kansas City, Missouri, durante 21 años antes de trasladarse a Wyoming,;donde ejerció como auxiliar y luego como obispo titular desde 1976 hasta su jubilación en 2001. Las primeras acusaciones conocidas contra Hart se remontan a principios de la década de 1960 y se produjeron a finales de la década de 1980. En los últimos años, al menos seis hombres han declarado que Hart abusó de ellos en Wyoming.
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