La Policía y las autoridades educativas de la ciudad de Kunmíng (la provincia de Yunnan) en el suroeste de China investigan una guardería tras la demanda de la madre de una menor de tres años en la que asegura que una profesora le obligaba a su hija a comer heces humanas, reporta The South China Morning Post.
Según el reclamo, la niña fue forzada a ingerir los excrementos en el baño por no “estudiar mucho y almorzar correctamente”. Además, la presunta abusadora golpeaba las manos y nalgas de la pequeña, prohibiéndole salir del baño. La madre, de apellido Li, denunció también que otros profesores estaban presentes durante los maltratos e incluso empujaban a la menor.
Cuando Li se dirigió al jardín de infantes junto con su hija para formular la queja, otros niños admitieron haber visto a la profesora Rong obligar a la menor a ingerir la materia fecal dos veces.
“Es una niña pura. Me cuenta las cosas triviales que le pasan en la escuela, como cuando rompió un lápiz o perforó un papel mientras dibujaba”, relató la madre, asegurando que su hija no le mentiría.
Entretanto, la menor ya asiste a otro centro educativo. Por su parte, Li descartó la posibilidad de aceptar cualquier disculpa por parte de la profesora, algo que le sugirieron en la dirección del establecimiento.
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