La temporada regular de la National Hockey League, la liga más importante del mundo en materia de hockey sobre hielo, entra en su fase final, donde la mayoría de los 32 equipos participantes juegan sus últimos partidos de los 82 de la fase regular para definir su lugar en los playoffs.
Mientras los Pronósticos NHL a principio de la temporada daban a Seattle lejos de la posibilidad del título, ¿cómo podemos evaluar la temporada debut del equipo cuya formación sacudió el status quo en la liga?
Un mercado necesario para la expansión de la liga.
El hockey sobre hielo es considerado el quinto deporte en popularidad en los EE.UU., habiendo sido desplazado en la última década del “top four” por el fútbol soccer. Si bien la NHL, principal liga de hockey del mundo, cuenta con una rabiosa afición de base, se trata de un deporte al que tradicionalmente le ha costado acaparar a un público joven y audiencia internacional por fuera de los países nórdicos donde el juego hace parte de su idiosincrasia. Es el caso típico de Canadá, Finlandia, Suecia y Rusia, por ejemplo.
Por ello, el desembarco de la NHL en Seattle, una ciudad con más de 4 millones de personas en su área metropolitana y la más importante del noroeste del Pacífico estadounidense, fue considerado por la dirigencia de la liga y por la afición del hockey como una gran apuesta dinamizadora para el deporte.
Por su parte, la movida llenó de esperanzas a una enorme ciudad de tradición deportiva, que se vio huérfana tras la relocalización de la histórica franquicia de los Supersonics que hasta 2008 compitió en la NBA.
En 2020, nació este novel equipo, con un nombre que proviene del folklore escandinavo y alude a un calamar gigante, y eligiendo un color predominantemente azul marino para su camiseta y logo.
Expectativas difíciles de alcanzar.
Naturalmente, la creación de este equipo generó una expectativa importante de alcanzar el éxito inmediato, especialmente tras el caso reciente de los Las Vegas Golden Knights, el equipo creado en 2017 que tuvo la mejor temporada debut en la historia de los equipos profesionales de todas las ligas mayores de EE.UU., llegando a la final de la Stanley Cup y cayendo solamente ante el campeón, Washington Capitals.
Sin embargo, Seattle ha tenido una modesta primera campaña, y donde, salvo un milagro, cerrará en el último lugar de la División del Pacífico, y en consecuencia lejos de los puestos de playoff.
En particular, sufrió una clara sequía ofensiva que lo deja entre los equipos con menos goles a favor de todo el campeonato. A nivel defensivo, la contratación del veterano guardameta alemán Philipp Grubauer tampoco pudo mitigar las falencias en este sentido, teniendo una temporada decepcionante, y está también rankeado entre los últimos puestos en materia de goles permitidos por partido.
Una mirada optimista para la próxima temporada.
El futuro de la franquicia se ve, en todo caso, muy brillante, al haberse hecho acreedor de una multiplicidad de selecciones para el draft del año que viene. Además, Seattle tiene amplio lugar disponible en el cap salarial para apuntar a la contratación de agentes libres de impacto inmediato. Su director general, Ron Francis, ya ha marcado que planean estar muy activos en el mercado de pases.
Asimismo, los Kraken también tienen un motivo de orgullo al jugar en su nueva arena multipropósito, el “Climate Pledge Arena”, con capacidad para más de 17.000 espectadores y considerado como uno de los escenarios deportivos más ecológicamente sustentables del mundo.
