Normalmente la llama del amor en las relaciones se empieza a apagar cuando se cae en la rutina. Esta última abarca muchos ámbitos, incluida la parte sexual.
Cuando se llevan muchos años con la misma pareja, pueden ser habituales los llamados “rapiditos” o “quickies” en los que ninguno de los dos se dedica a disfrutar plenamente el acto, sino que se vuelve común hacerlo casi que de afán.
Relájate y conoce esta nueva práctica que podría cambiar tu vida sexual para siempre.
El Slow Sex, está en tendencia y se trata en disfrutar el encuentro sexual con calma, y en retrasar la eyaculación con dos propósitos. El primero, prolongar las relaciones sexuales y el segundo, que el clímax sea más intenso.
Esta tendencia surgió del ‘slow food’, que es un proceso que busca familiarizarse con todo el trasfondo de lo que implica comer; los ingredientes, la preparación y, por supuesto, el sabor.
¿Cómo lograrlo?
Mirarse, profundamente a los ojos a los pocos minutos de haber comenzado, es una buena manera de crear una pausa erótica.
Explorar sus cuerpos, en vez de concentrarse en los puntos netamente sexuales.
Aprovechar todos los sentidos. Untarse el uno al otro aceite con olores afrodisíacos, hielo o utilizar alimentos y bebidas que consideren afrodisíacos.
Utilizar juguetes sexuales para obtener diferentes tipos de estimulación.
Evitar la penetración excesiva, es decir, mantenerla al mínimo y utilizar otro tipo de estimulación.
Parar un momento en medio del acto sexual y conversar de fantasías y temas sexuales. Es una manera de revelar aquellas cosas sexuales que no se atreven a decir cuando no están excitados. Eso puede aumentar la estimulación.
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