Adolescente perdió su ojo durante un erróneo allanamiento

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nasar ramadan dagga
adolescente ojo allanamiento - Noticias Ahora
Foto: Instagram
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En medio de un allanamiento equivocado ocurrido en Argentina el pasado 20 de junio, un oficial de la Policía de Buenos Aires le disparó en el rostro a un adolescente, lo que ocasionó que este perdiera su ojo.

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La madre del joven Ignacio Seijas, Nilda Marina Candia, junto su padrastro Nelson Cabrera, narraron para el portal RT cómo ocurrieron los sucesos, mientras esperan por su recuperación.

Según Cabrera, los uniformados entraron a la casa y rompieron la puerta con un ariete alrededor de las de 8:30 am (hora local). La pareja vio al escuadrón del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) entrar a su habitación, portando armas y escudos.

Los oficiales buscaban electrodomésticos robados en una escuela. Tenían la orden de ingresar al domicilio ubicado en la calle Rawson al 1802, en la localidad de Villa Centenario, partido de Lomas de Zamora. Sin embargo, en ese terreno existen seis departamentos, e ingresaron a la propiedad equivocada.

El padrastro resaltó que, además de los seis miembros del GAD, particaron dos oficiales de la comisaría zonal, un funcionario que redactó el acta del operativo y otro efectivo, “que señaló la casa para la requisa”.

La escena estuvo acompañada por los llantos de su beba, sostenida por Nilda, quien permanecía en el suelo mientras eran apuntadas por las autoridades.

En medio de la discordia, al otro lado del patio común que tiene el terreno —de tres por tres metros—, Ignacio estaba en una habitación separada de la casa familiar. El adolescente usaba esa pieza aparte, porque la propiedad resultaba muy pequeña para los cuatro. Entonces, el chico abrió la puerta del cuarto para ver qué pasaba.

Le dispararon a matar

Según cuenta la familia, la puerta tiene el picaporte roto, y por eso Ignacio solía usar un pequeño cuchillo para abrirla. Dicen que resultaba habitual, para ir al baño del hogar o comer algo.

Al asomarse, el joven “tenía el ‘cuchillito’ en la mano, el oficial lo vio y le disparó en la cara”, indica el padrastro. Le tiró “a matar”, acota. Aunque en la foto pareciera que el adolescente recibió varios balazos durante el allanamiento, aclaran que recibió uno solo, cuyo impacto se esparció en la cara y causó la pérdida de su ojo derecho.

Nelson insiste en que si se busca ahuyentar o reducir a alguien, se puede apuntar el arma hacia otra parte. También agregó que el disparo se efectuó “sin dar la voz de alto”, la típica advertencia que vociferan los policías en cualquier parte del mundo antes de tirar.

En su declaración frente a las autoridades, el menor reveló que lo patearon en el piso y le gritaron insultos racistas: “¡Negro de mierda, chorro hijo de re mil puta!”, cita Nelson. El entrevistado también señaló que los efectivos se metieron en otros departamentos para llevarse más objetos que justificaran el allanamiento, incluyendo elementos de cocina, como ollas.

“Ni tuvieron la humanidad de levantar a mi hijo después de lo que pasó. Lo fui a levantar, y estaba todo mojado, ensangrentado”, agrega Nilda. “Él me dijo: ‘Mamá, yo solo quería abrir la puerta, y me arruinaron'”, reconstruye entre sollozos.

Finalmente, vecinos indignados delataron al tío de esta familia, señalado como el presunto ladrón, y se lo llevaron detenido de otro departamento.

Gobierno provincial dice que hubo “abuso policial”

El Ministerio de Derechos Humanos de la provincia consideró que el adolescente de 17 años “resultó víctima de abuso policial”. A su vez, la familia comentó que las autoridades peronistas, de la administración de Axel Kicillof, brindaron un equipo de psicólogos para Ignacio.

En sintonía, desde el Gobierno provincial indicaron estar “a disposición para asistirlos en la recuperación médica del joven que perdió un ojo a causa de un disparo durante el operativo policial, y acompañarlos en el impulso del proceso judicial y administrativo”.

Ante semejante revuelo, el efectivo señalado como posible tirador quedó separado de las fuerzas, y la Auditoría General de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad le inició un sumario administrativo.

Además,devolvieron todas las cosas incautadas de forma irregular a Nilda, Nelson y sus vecinos, como un microondas, un equipo de música y una pava eléctrica. Los entrevistados también recuperaron su preciado horno de acero inoxidable, fundamental para seguir con su emprendimiento de comidas, ante la falta de empleo.

Ahora, la principal preocupación está la salud de Ignacio: “Mi hijo está mal, muy adolorido. Por ello, tienen que darle medicamentos para relajar el cuerpo y que pueda abrir el ojo izquierdo, que permanece cerrado por la hinchazón causada al adolescente durante el allanamiento. El derecho ya no sirve, lo confirmó el oftalmólogo que lo operó. Le sacaron el perdigón del ojo”, agregó la madre del joven. Por el momento, Ignacio tiene el rostro con quemaduras, producto del impacto.

Para finalizar, Nilda pide que “esto no quede así”. Y cierra: “Esta gente nos tiene que cuidar. Mi hijo resultó víctima de gatillo fácil, soy una mamá que lo puede contar. Que se sepa que mi hijo, un adolescente, perdió su ojo durante un erróneo allanamiento”.

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FuenteActualidad RT

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