Una de las soluciones más habituales para perder algo de peso es introducir más verdura en nuestra alimentación. Y si lo que se quiere es perder algo de peso, es una muy buena idea. Salvo que dicha verdura haya sido cultivada utilizando ciertos pesticidas, que tienen el efecto de aumentar el apetito y disminuir el consumo de calorías. Es decir, que evitan que perdamos peso.
El estudio realizado por la Universidad McMaster de Canadá se centraba en la relación entre ciertos pesticidas y el metabolismo de las células de grasa parda. ¿Por qué esta grasa parda? Cuando comemos, y cuando baja la temperatura, acumulamos grasa en un tipo de células especiales. Que en lugar de acumular calorías, como hacen las células grasas normales, lo que hacen es utilizar estas reservas para aumentar la temperatura corporal, lo que quema más calorías.
Químicos en cultivos evitan perder peso
Pues bien, uno de los pesticidas que estudiaban los investigadores conseguía lo contrario. En lugar de quemar calorías, las células que contienen la grasa parda reducen sus funciones metabólicas y por lo tanto acumulan estas calorías, lo que hace aumentar el peso.
Es importante resaltar que estos resultados se han dado con un pesticida en concreto, y que el estudio se ha realizado en ratones. Es decir, que no todos los pesticidas actúan igual, y que no se pueden trasladar los resultados directamente a humanos. Pero… tampoco se pueden descartar directamente.
Respecto a que sea un estudio en modelos animales, siempre es importante recordar que lo que pase en ratones no tiene por qué funcionar igual en humanos, pero que la similitud entre nosotros y los roedores es muy elevada y por eso se usan en investigación. Vaya, que la respuesta no es definitiva… pero la sospecha sí.
Y en cuanto a los pesticidas, evidentemente no todos funcionan igual. Pero el hecho de que al menos uno muestre estos resultados permite pensar que, tal vez, haya más que lo hagan y que al menos se debería descartar.
Eso sí, el pesticida que provoca esta reacción, llamado clorpirifós, es una sustancia que cada vez está más en desuso. En la Unión Europea la cantidad que se permite es mínima, y en Estados Unidos se prohibirá su uso a principios del próximo 2022.
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