Microsoft ha ganado un contrato de casi 22.000 millones de dólares para suministrar a las tropas de combate del Ejército de Estados Unidos sus cascos de realidad aumentada.
Microsoft y el Ejército anunciaron el acuerdo por separado el miércoles.
La tecnología se basa en los cascos HoloLens de Microsoft, originalmente destinados a la industria de los videojuegos y el entretenimiento.
Los funcionarios del Pentágono han descrito la tecnología futurista -que el Ejército denomina Sistema Integrado de Aumento Visual- como una forma de aumentar la conciencia de los soldados sobre su entorno y su capacidad para detectar objetivos y peligros.
Las pantallas HoloLens de Microsoft, montadas en la cabeza, permiten ver imágenes virtuales superpuestas al mundo físico que tienen delante, desde hologramas en mundos de juegos virtuales hasta instrucciones de reparación que flotan sobre un aparato estropeado.
El sitio web del Ejército dice que los soldados probaron los aparatos el año pasado en Fort Pickett, en Virginia. Dice que el sistema podría ayudar a las tropas a obtener una ventaja “en campos de batalla cada vez más urbanos, congestionados, oscuros e imprevisibles”.
Cascos de realidad aumentada de Microsoft
El Ejército comenzó a probar el sistema de Microsoft con un contrato de 480 millones de dólares en 2018 y dijo que los cascos podrían usarse tanto para el entrenamiento como en la batalla real. El nuevo contrato permitirá a Microsoft producir en masa unidades para más de 120.000 soldados de la Fuerza de Combate Cercana del Ejército. Microsoft dijo que el contrato ascenderá a un máximo de 21.880 millones de dólares durante la próxima década, con un acuerdo base de cinco años que puede prorrogarse por otros cinco.
No está claro cómo se corresponde con el proyecto de ley de política de defensa de 740 mil millones de dólares que el Congreso aprobó en enero después de anular un veto del presidente Donald Trump. El proyecto de ley afirmó un aumento salarial del 3% para las tropas estadounidenses, pero incluyó recortes a la iniciativa de auriculares.
El senador Jack Reed, un demócrata de Rhode Island que lidera el Comité de Servicios Armados del Senado, dijo el miércoles que la tecnología es prometedora, pero sus resultados deben ser seguidos de cerca “y es nuestro trabajo plantear problemas si la tecnología no está satisfaciendo las necesidades de nuestras tropas ahora y en el futuro.”
El presidente de Microsoft, Brad Smith, dijo al comité de Reed en febrero que el sistema podría integrar la visión térmica nocturna y el reconocimiento facial para proporcionar a los soldados “análisis en tiempo real” en campos de batalla remotos. También describió cómo podría ayudar a planificar una operación de rescate de rehenes creando un “gemelo digital” del edificio.
Oposición
Un grupo de trabajadores de Microsoft en 2019 solicitó a la compañía que cancelara su acuerdo inicial con el Ejército, argumentando que convertiría los campos de batalla del mundo real en un videojuego.
Microsoft es una de las varias empresas tecnológicas que han tratado de sorprender al mundo del juego con nuevas;y brillantes gafas de realidad virtual en la última década, aunque los esfuerzos se han;desvanecido en gran medida. Microsoft se alejó de las aplicaciones de consumo para;su segunda generación de HoloLens 2, presentada en 2019, que es la base de los nuevos gadgets del Ejército.
Aunque Microsoft demostró recientemente una forma de utilizar las gafas para jugar al exitoso juego Pokemon Go,;principalmente lanza los dispositivos como herramientas de trabajo para ayudar a los cirujanos,;los equipos de la fábrica y otros. Los usuarios pueden controlar lo que aparece en sus pantallas mediante gestos con las manos o comandos de voz.
El acuerdo sobre los auriculares forma parte del trabajo más amplio de Microsoft como contratista de defensa. En septiembre, el Pentágono reafirmó a Microsoft como ganador de un contrato de computación;en la nube potencialmente valorado en 10.000 millones de dólares, aunque el trabajo se ha retrasado;por una batalla legal sobre la reclamación de su rival Amazon de que el proceso de licitación era defectuoso.
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