Un consorcio conformado por universidades, empresas y centros de investigación fabricó un automóvil deportivo ecológico con material derivado de plantas en Japón.
La sociedad presentó en el Salón del Automóvil de Tokio el auto, llamado Nano Cellulose Vehicle (NCV). La empresa se instauró en 2016 por el Ministerio del Medioambiente japonés, para estudiar el potencial de los materiales de nanofibras de celulosa en la industria automotriz.
En ese sentido, el consorcio explicó que los materiales de nanofibras de celulosa ―derivados de plantas y desechos agrícolas― resultan una quinta parte más livianos que el acero, además de cinco veces más resistentes. En base a ese elemento los investigadores desarrollaron varias piezas automotrices como puertas, el techo, el capó y otros detalles del interior del automóvil deportivo ecológico.
Sin embargo, debido a que la investigación de dicho consorcio se centró en la carrocería del NCV, y no en el motor y otros sistemas mecánicos, este vehículo ecológico posee una velocidad máxima de 20 kilómetros por hora.
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