Funcionarios pertenecientes al Comando Nacional Anti Extorsión y Secuestro (Conas) de la Guardia Nacional, detuvieron a un profesor que extorsionaba a sus alumnos identificado como Gerard Nieto Quintero; profesor de la Universidad Católica del Táchira (Ucat), y Edinsson Vera, asistente.
Se conoció, que el procedimiento se realizó luego de que los uniformados coordinaran la entrega vigilada de dinero pedido a un estudiante para pasarle la materia.
Según la minuta oficial, Nieto Quintero pidió 350 dólares americanos a un estudiante para no reprobarle la materia. Actualmente en la Ucat están en proceso de reparación de materias; por lo que quienes estudian allí se encuentran en el proceso de saber si pasan o no sus asignaturas.
Vera, el otro detenido, era quien recibiría el dinero producto de la extorsión a los alumnos. Nieto Quintero era profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica del Táchira.
Ante esta situación, el Consejo Universitario de la Ucat emitió un comunicado para la comunidad estudiantil y personal en general, en rechazo a lo ocurrido y explicando que ante las denuncias, las declaraciones ante el Ministerio Público y el testimonio de las víctimas, prescindieron del trabajo del profesor.
“Repudiamos los hechos donde se ve implicado un miembro de la comunidad ucatense. Hemos decidido remover al profesor involucrado en los hechos denunciados, en defensa de esos valores y principios de la Universidad Católica del Táchira y en protección de alumnos y profesores”, dice el texto.
Además en la misiva agregan que colaborarán con los organismos competentes en el esclarecimiento de los hechos.
La detención de Quintero Nieto no tomó por sorpresa a los estudiantes. Una bachiller que pidió la protección de su identidad, contó a El Pitazo que cuando empezó a estudiar tercer año de Derecho, le advirtieron que debía poner más empeño en las clases del profesor, pues a quien reprobaba le cobraba para subirle la nota.
“Todo el mundo lo sabía. Yo pasé la materia sin problema pero mucha gente quedó con nueve de 20 y luego la nota cargada era de 10; con la que aprobaban la materia. El profesor nos advirtió cuando terminamos el año académico que él sería el último en cargar las notas al sistema; y en informar públicamente sobre quiénes irían a reparación y quiénes pasarían la materia sin problemas”, contó la joven.
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