El crecimiento económico chino se desaceleró en el tercer trimestre y registró su menor expansión en nueve años, en momentos en que se intensifica la guerra comercial con Estados Unidos y se estanca la inversión.
Señal inequívoca de una coyuntura sombría, el Producto Interior Bruto (PIB) de la segunda economía mundial creció sólo un 6,5% en el periodo julio-septiembre, anunció este viernes la Oficina Nacional de Estadísticas (BNS).
El dato coincide con el nivel promedio anticipado por un grupo de 12 analistas sondeados por la AFP, y supone un freno del crecimiento que había resistido en los dos primeros trimestres (+6,8% y +6,7%, respectivamente), aunque se mantiene todavía dentro del objetivo oficial del gobierno de “alrededor del 6,5%” anual.
Dificultades para la industria
Preocupado por contener el aumento del endeudamiento chino, el gobierno endureció las condiciones del crédito, arremetiendo contra la “banca en la sombra” no regulada e instando a la colectividades locales a restringir el gasto público y la inversión.
Eso penaliza a las grandes obras de infraestructura pero también al sector inmobiliario -pilares del PIB chino- y complica la financiación de las empresas.
Tres dirigentes chinos, entre ellos el gobernador del Banco Central, trataron el viernes de tranquilizar, tildando de “anormales” los recientes disgustos de la bolsa, pero muchos analistas creen que se necesitarán más que palabras para revitalizar la economía.
“Hay que esperarse a una escalada de las tensiones sinoestadounidenses en 2019, aunque esta se verá atenuada probablemente por ajustes del yuan y políticas monetarias y presupuestarias más activas” para respaldar la actividad, señaló Zhu Haibin, economista de JPMorgan.
El Banco Central ya bajó varias veces este año la tasa de reservas obligatorias de los bancos para permitirles prestar más.
Con información de Panorama
“Si quieres visualizar esta y otras noticias desde tu celular, síguenos en nuestra cuenta de Twitter https://twitter.com/noticias_ahora_ y mantente siempre informado”