El explorador y lingüista se propuso visitar algunos países y cotejar el origen de sus nombres y así determinar su idiosincrasia; pero se topó con la fantástica labor de descubrir los Gazapos en España.
A pesar que su próxima misión era un poco complicada por lo extenso de su ruta. Pues, había visitado Uruguay; país que lo había dejado entusiasmado por la diversidad de los pájaros hermosos que se encontró en la playa de Punta Gorda.
Para el explorador fue muy placentero descubrir que “Uruguay” pertenece a la voz guaraní y significa “Río de los Pájaros Pintados”; demostrando que lo visto en la afrodisiaca playa era parte de la etimología de este país Sureño.
Sin mucha fortuna, el lingüista se enrumbó al territorio ibérico; donde pudo encontrar una relación entre la procedencia de la palabra “España” y alguna manifestación territorial.
Por el momento, la única similitud que había entre descubrir los Gazapos en España y la palabra latina “Hispania”, era adentrarse al valle del Jalón en Aragón, donde su mente vago hasta el punto de crear imágenes de un conejo, o de una cría de ellos.
De esta manera, se imaginó que estaría en estas tierras y rodeado por miles de estos mamíferos roedores. Sin embargo, las expectativas del lingüista se vieron defraudadas; pues comprobó que en su transitar por Aragón solo descubrió grullas y cigüeñas blancas.
Los gazapos se habían ido
Como buen explorador recorrió Aragón, ya que era uno de los lugares de España donde más abundaban los conejos; pero se tropezó con la triste realidad que el conejo europeo estaba en peligro de extinción.
Sin ningún apéndice, los gazapos en España se habían convertido de plaga, a especies amenazadas, como lo estableció el Comité Español para la Conservación de la Naturaleza.
Un virus letal
El distinguido lingüista conoció por medio de una fraternal amistad en un bar que, un virus letal, proveniente de China es el responsable de la enfermedad hemorrágica del conejo. En vista que el 70% de la población de los Gazapos en España habían fallecido a consecuencia de esta afección.
Por tal motivo, la Unión Europea creó un programa de vacunación para los conejos y así evitar la desaparición de los Gazapos en España.
Ante la realidad latente en Iberoamérica, el lingüista decidió partir, pero antes anotó en su libreta que la próxima expedición sería: Barbudos en Barbados.
Tras macharse de Aragón sintió una nostalgia de conejos y resignado al conocer la verdad, pensó que su siguiente exploración tendría más fortuna.
Sigue leyendo: ¿A dónde fueron a parar los gazapos en España?
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