Este viernes, una explosión causada por una toma ilegal de combustible en el municipio Tlahuelilpan, en el Estado de Hidalgo, dejó el saldo de al menos 21 muertos y 71 heridos, así lo informó el gobernador de la entidad, Omar Fayad.
Horas antes del estallido, las autoridades encontraron un fuga intencionada de carburante en el sitio ubicado a un poco más de 100 kilómetros de la capital mexicana. Existe temor que el balance de víctimas aumente con el paso del tiempo.
Pasadas las 11 de la noche, hora del centro de México, el Gobierno federal manifestó en un comunicado que cuando los primeros efectivos del Ejército llegaron a la zona, se encontraba vacía.
No obstante, “al aumentar la presión del ducto, el brote de combustible creció considerablemente y los pobladores acudieron en gran número con cubetas, bidones y todo tipo de recipientes y para evitar un enfrentamiento con la población los militares se replegaron “.
Poco después se produjo la explosión. El ejecutivo federal no ha aclarado aún el número de efectivos que estaba desplegado en el lugar. La petrolera estatal, Pemex, cerró el ducto alrededor de las seis de la tarde, al detectar que el nivel de presión era más bajo a lo habitual.
Según el testimonio del alcalde del municipio, Juan Pedro Cruz, eran aproximadamente 200 personas las que intentaban recoger el combustible derramado en el suelo. Otras fuentes elevan este número hasta el millar.
“Eran hordas de personas que, por llevarse una cubeta de hidrocarburo, pueden perder la vida”, declaró Fayad a Foro TV. Luego de horas de lucha contra las llamas, el incendio fue completamente extinguido.
Medidas preventivas
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, realizó una convocatoria a sus colaboradores a una reunión a las seis de la mañana hora de la Ciudad de México, luego la cual hará ante la prensa, y reiteró que va a “fortalecer” su estrategia de lucha contra el robo de combustible. “Esto desgraciadamente demuestra que hay que terminar con esta práctica, que llevó a la tragedia”, dijo en Tlahuelilpan.
El Gobierno de Hidalgo hizo un llamamiento a los habitantes de Tlahuelilpan (15.000 habitantes) para que se mantengan lejos del lugar de la explosión y permanezcan, en la medida de lo posible, en sus hogares. El gobernador de Hidalgo confirmó que se trataba de una toma ilícita y que los fallecidos han muerto calcinados. La fuga se produjo a las cinco de la tarde hora local en una zona de cultivo alejada de las casas.
Con información de Globovisión
