Para muchos, la lluvia dorada es una incógnita y para otros no tanto. Una escena que ronda lo pornográfico. Pero hay que decir que es una parafilia sexual muy popular con la orina que vuelve loco a muchas parejas en la cama.
Es verdad que esta práctica no es apta para todo público, aunque sus adeptos aseguran que el clímax es alucinante.
La lluvia dorada, es una forma poética de nombrar a la urolagnia, una parafilia a través de la cual se logra el placer orinando o dejándose orinar por el compañero íntimo. Es más común en las parejas que practican sexo sadomasoquista, aunque no se limita solo a estas.
La base es el juego de roles. A partir de este, uno de los dos toma un papel dominante y el otro, uno sumiso desde el cual recibe órdenes. En el sexo, las alternativas parecen infinitas y siempre queda algo nuevo por conocer; la lluvia dorada se encuentra en el grupo menos higiénico o conservador.
¿Dónde practicar la lluvia dorada?
El lugar debe ser bien elegido, ya que luego de finalizado el acto sexual este podría quedar muy mojado. Los menos osados eligen llevarla a cabo en la ducha o en una piscina. De esta manera, el fluido se limpia rápidamente con el agua y no habrá mucho más por hacer.
Otros prefieren hacerlo en el piso o sobre superficies fáciles de lavar y secar. Y hay quienes no pueden resistir los deseos del momento y lo hacen donde se encuentren.
Riesgos de la lluvia dorada
Las enfermedades de transmisión sexual no se transmiten por la orina, por lo que no existe un riesgo mayor con esta práctica. Pero, sí existe la probabilidad de contraer infecciones por bacterias transmitidas a través de la orina, más aún si el acto implica tragarla.
Con información de Mejor con Salud
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