La detención de un ex gobernador mexicano acusado de haber ordenado la tortura de un periodista dio esperanzas a los activistas que creen que el caso podría revelar los vínculos entre poderosos empresarios, políticos y el crimen organizado y dar un golpe a la notoria impunidad de México.
Mario Marín, que gobernó el céntrico estado de Puebla de 2005 a 2011 por el Partido Revolucionario Institucional, fue detenido el miércoles en Acapulco y trasladado a una cárcel de Cancún. Se le acusa de violación de los derechos humanos en relación con la detención ilegal y la tortura de la periodista Lydia Cacho, que en su libro de 2005 había detallado el papel de otros hombres poderosos en una red de pederastia que explotaba a niñas.
La organización de defensa de la libertad de prensa Artículo 19, que representa a Cacho, ha declarado;que Marín podría enfrentarse a hasta 12 años de prisión por el cargo de tortura si es condenado.
Mario Marín
En una comparecencia ante el tribunal el jueves, Marín, de 66 años, solicitó esperar el proceso bajo;arresto domiciliario, alegando problemas en sus riñones y el temor a contagiarse de COVID-19 en la cárcel. El juez denegó la petición, según informó Artículo 19 a través de Twitter. México detiene a un ex gobernador
Según el abogado de Artículo 19, Leopoldo Maldonado, hay suficientes pruebas contra Marín,;incluyendo conversaciones telefónicas grabadas. Dijo que el hecho de que el juez denegara su solicitud de arresto domiciliario era una buena señal inicial.
El juicio de Marín podría ser un “parteaguas” que “resquebraje el pacto de impunidad que ha prevalecido;en México durante décadas”, dijo Maldonado. México detiene a un ex gobernador
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