Como todos los años se celebró la Misa Crismal en la Basílica de San Pedro del Vaticano; durante la homilía el Papa Francisco animó a los sacerdotes a donarse con generosidad en su ministerio y a ser siempre cercanos a la gente.
En esta ocasión, el Santo Padre junto al Obispo de Roma, concelebraron los Cardenales, los Obispos y los Presbíteros presentes en Roma.
Y en la Celebración Eucarística, los sacerdotes renovaron las promesas realizadas en el momento de su ordenación, después se bendijo el óleo de los enfermos, el óleo de los catecúmenos y el crisma.
El Pontífice explicó en la homilía que el Evangelio de San Lucas presentó a Jesucristo “en medio de la multitud, rodeado y apretujado por la gente que le acerca sus enfermos, le ruega que expulse los malos espíritus, escucha sus enseñanzas y camina con Él”.
“El Señor nunca perdió́ este contacto directo con la gente, siempre mantuvo la gracia de la cercanía, con el pueblo en su conjunto y con cada persona en medio de esas multitudes”, reseñó el Papa.
Además, destacó que en el Evangelio vemos que las multitudes “se transforman” cuando interactúan con el Señor “que se mete en ellas como un pastor en su rebaño”.
Con información de Globovisión
