La Tribunal Segundo de Juicio en el estado Anzoátegui, condenó a cinco años de cárcel a un Sacerdote en El Tigre; por el delito de abuso sexual contra dos adolescentes.
El delito ocurrió en el año 2018, cuando el sacerdote Enrique Antonio Castro Azocar pertenecía a la iglesia Santísimo Sacramento; ubicada en el sector Vista Al Sol del municipio Guanipa, y los adolescentes de 11 y 17 años, eran monaguillos de esa parroquia.
Sacerdote condenado en Anzoátegui
Los padres de las víctimas, en rueda de prensa este martes 17 de mayo; refirieron que durante el juicio, el imputado admitió los delitos por los que era señalado.
El tribunal acordó una medida cautelar de presentación cada 30 días; debiendo acudir además, obligatoriamente a terapia psicológica.
Durante las investigaciones realizadas comprobaron que existen denuncias y registros policiales en contra del sentenciado desde el año 2014; que abarcan la zona norte y sur de Anzoátegui, señaló, Damián Salazar padre de las víctimas.
“Lamentablemente tenía más antecedentes en otras parroquias, pero el modus operandi que utilizaba la iglesia, es que esta persona cometía el delito en una parroquia de Barcelona y luego lo pasaban a otras cinco. En cada una iba dañando a otros niños, hasta llegar a la Santísimo Sacramento en Guanipa, donde tocó a uno de mis hijos cuando le invitó a comer un helado”, dijo.
La abogada, Gilda Villarroel, y su esposo el Abg. Jorge Ortíz, defendieron a la familia Salazar, y explicaron que la audiencia condenatoria se realizó el 22 de noviembre del 2021, sin embargo, obtuvieron la documentación que lo certifica el 9 de mayo del año en curso.
En la conferencia de prensa, la familia manifestó que luego de hacerse público el caso, los hermanos fueron víctimas de bullying en diferentes aspectos de su vida, obligando a sus padres a vender sus bienes y mudarse de la zona para resguardar su integridad.
Demanda a la Diócesis
Ahora al considerar que el sistema de la iglesia falló en la protección de los menores que en ella hacen vida y sus autoridades “no han dado la cara”, la familia Salazar decidió demandar a la Diócesis, aunque no especificaron si se trata la de Barcelona o la de El Tigre.
“En muchos momentos en la iglesia nos dijeron que guardáramos silencio y eso perjudicó a nuestra familia. El próximo paso es una demanda hacia la diócesis por el daño moral, psicológico y económico, ya que prácticamente debimos regalar nuestra casa para irnos” dijo Damián Salazar.
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