La enfermera zuliana Yslenis Yenireth Añez Andara dio una bofetada a la xenofobia tras su acto de heroísmo en Santiago de Chile, cuando salvó la vida de dos ciudadanos chilenos a quienes tirotearon en la calle, justo frente a la estación de servicio donde trabaja como cajera.
“Yo había atendido a esos dos muchachos que llegaron a comprar unos cigarros, de repente, se escucharon unos disparos y uno de ellos entró cojeando a la estación de servicio pidiendo ayuda”, narró Añez.
“¡Auxilio, ayúdenme!”, gritaba el chileno herido de bala en sus piernas, a lo que la enfermera respondió “No camines más, acuéstate en el piso”. La zuliana abandonó la caja donde estaba laborando y procedió a brindarle los primeros auxilios al herido.
Le revisó las lesiones en las piernas para verificarse que la bala no impactara en la femoral, le colocó vendas y detuvo la hemorragia. “Me percaté que había sido herido en el pecho, pero la bala impactó en una moneda que tenía en un bolsillo, la moneda quedó destrozada y la bala no perforó su cuerpo”, indicó Añez.
A pocos metros estaba el otro tiroteado que también gritaba: “¡Me duele, me duele, ayúdenme!”. La enfermera atendió también al otro hombre que tenía heridas en las piernas y en ese momento vio huir al vehículo en el que llegaron los sicarios. Cuando se aseguró que ambos heridos estaban a salvo, llamó a los Carabineros para que enviara una ambulancia.
“Llegaron en minutos y les di toda la información del caso y se llevaron a los dos heridos a un hospital. Si tengo que volverlo a hacer, lo haría con quien fuese, no importa la nacionalidad, soy enfermera y venezolana, destacó.
Enfermera: “Los venezolanos, la mayoría, somos gente de bien”
Este hecho traduce un verdadero acto de valentía y de reflexión sobre todo por la injusta xenofobia de la que sufren los venezolanos en tierras foráneas, sobre todo después del suceso en Ecuador donde un venezolano asesinó a su pareja ecuatoriana en plena calle. “Los venezolanos, la mayoría, somos gente de bien”, aseguró Yslenis Añez al opinar sobre este episodio.
La mujer reside en Chile desde hace dos años con sus dos hijos, una niña de 6 años y un varón de 3. Vivía en La Pomona (Maracaibo) y trabajó en el Hospital Universitario de Maracaibo ocho años en el octavo piso de Pediatría.
Tras este hecho, reveló sentirse orgullosa y muy satisfecha por todo lo aprendido en la institución marabina y de todos sus mentores y compañeros con los que trabajó en el Universitario.
“Vine a Chile por mi hija que es cardiópata y se me complicaba demasiado conseguir los medicamentos y leche para mi niño. Vendí mi casa, vendí mi carro para llegar aquí y no es fácil, pero aquí sigo luchando para conseguir un trabajo como enfermera porque es muy complicado homologar el título”, expresó.
Con información de Panorama
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