Con su chaqueta deportiva negra, sus gafas de sol reflectantes de aviador y su casco naranja hecho a medida con agujeros para que sobresalgan sus orejas, Bogie el perro es un canino de aspecto suave, con un aspecto de Easy Rider que le haría ganar un lugar en cualquier pandilla de motociclistas.
Este cruce de 11 años de edad, procedente de Filipinas, realiza paseos diarios en motocicleta;con su propietario Gilbert Delos Reyes, en perfecto equilibrio con sus patas traseras en el;borde del asiento y las patas a horcajadas en el manillar. Bogie se ha convertido en una celebridad del vecindario y es un imán para la;atención en los viajes por carretera en las montañas y en la playa.
“Lo primero que le enseñé cuando tenía unos cuatro meses fue a montar en moto. Lo llevaba consigo;siempre que iba en moto”, dijo Reyes, propietario de una tienda de motocicletas en la;provincia de Cavite, en las afueras de la capital, Manila.
“Un día, empezó a seguirme cada vez que salía de casa. Tan pronto como encendía el motor, se excitaba y se subía a la moto”.
Buenos para los negocios
Bogie también es bueno para el negocio, ya que ayuda a atraer a los clientes ansiosos de tomarse fotos con;él a la tienda de Reyes, y también reparte batidos.
Incluso ha demostrado ser útil como perro guardián, una vez persiguiendo a ladrones que trataron de robar;el collar de oro de su dueño en una intersección.
Reyes compró a Bogie cuando tenía sólo un mes de edad por 100 pesos (2 dólares), pero dice que el perro;ha sido un amuleto de la suerte y no tiene precio.
“Pienso en Bogie como un hijo. Ha estado conmigo durante 11 años y es una gran parte de mi vida”, dijo Reyes.
“Hemos tenido tantas aventuras y hemos estado en muchos lugares juntos, que no creo que pueda reemplazarlo nunca”.
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