En estos tiempos de incertidumbre, fortalecer tu voluntad es una opción que garantiza autoestima y desarrollo personal. Las situaciones problemáticas nos plantean la posibilidad de desarrollar un plan para abordarlas. El problema es si contamos con el ánimo y el vigor necesarios para ponerlo en práctica. Aplicar las siguientes estrategias psicológicas pueden ayudarte a desarrollar ese ímpetu.
Guíate por valores auténticos: Es importante preguntarte por el propósito de lograr un objetivo. Si deseas perder peso, ¿Lo haces por tu salud, porque mejoraría tu desempeño deportivo o por presiones sociales? Mientras mayor valoración personal tenga el propósito, mayor será el ímpetu que desarrolles para alcanzarlo.
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No te enfoques en lo que no quieres: Enfócate en lo que quieres lograr. Para fortalecer tu voluntad es necesario que las metas sean de carácter positivo. Evita propósitos como “no voy a comer alimentos grasos”. Sustitúyelos por: “Voy a comer ensaladas y frutas”. También ayuda estará consciente sobre aquellos aspectos de tu vida con los cuales te sientes complacido.
Cambia tu entorno: Cuando se trata de fortalecer tu voluntad, es necesario rodearte de un ambiente que propicie la dirección correcta. Organiza tu entorno de modo que puedas evitar tentaciones que te desvíen de tus propósitos. Unirse a un grupo cuyos miembros practican comportamientos que te gustaría adoptar es también de gran ayuda.
Cuenta siempre con un plan B: Establece opciones sobre qué hacer cuando se presenten obstáculos. Por ejemplo, cuando estés cansado y estés a punto de saltarte los ejercicios diarios, llama a alguien que te sirva de apoyo. Se ha demostrado que estos planes alternativos mejoran el autocontrol y el logro de objetivos.
Comienza con metas pequeñas: El proceso de fortalecer tu voluntad debe ser gradual. Objetivos muy ambiciosos pueden conducir rápidamente a la frustración. Si bebes exageradamente, en lugar de cortar de manera abrupta con el hábito, comienza tomando menos.
Visualiza las recompensas: Pon todos tus sentidos en imaginar los beneficios que lograrás al alcanzar tus objetivos. Imagina la sensación de las endorfinas que circulan por tu cuerpo después de una caminata vigorosa. Igualmente ayuda elegir pequeños obsequios que puedas darte mientras los efectos positivos de la nueva conducta comienzan a materializarse.
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No seas duro contigo mismo: Fortalecer tu voluntad no es un juicio. Las personas que se culpan con dureza por debilidades tienden a empeorar en el logro de sus metas. Cuando caigas ante la tentación de un pastelito, no te desesperes y no tires la toalla. Sé gentil contigo mismo, asimila tu debilidad y luego vuelve a comprometerte con tu objetivo.
