Esta semana atravesar por Portugal se ha convertido en un dolor de cabeza para los residentes, es por eso que los Gallegos han tenido que ingeniarse para comprar el carburante a 1,90 el litro y así no quedarse varados en plena vía.
Es el caso de Paula y su compañero, quienes salieron el pasado fin de semana desde Galicia hasta el Algarve, han tenido que recorrer cientos de kilómetros, pero se les ha complicado por la escasez del combustible en gran parte de la red de gasolineras lusas.
Explicó que todo esto obedece a que existe una huelga por parte del Sindicato Nacional de Transportistas de Materias Peligrosas de Portugal no están despachando el combustible a las bombas de gasolinas, por lo cual las personas se ven en la necesidad de buscar otras opciones.
“En las autovías había ya avisos sobre el desabastecimiento, y era imposible parar en sus gasolineras porque no había nada que echar”, relató.
Muchos conductores han tenido que salirse del principal ramal del país y desviarse decenas de kilómetros para ir a algún pueblo a probar suerte.
“Si no llegamos a salir, no habríamos podido repostar, nos quedábamos tirados. Había que esperar 45 minutos, con los coches aparcados en las aceras porque no había espacio, y luego repostar a un precio increíble, pagamos 1,90 el litro por el diesel que les quedaba, que era el más caro, pero era eso o ya no podías seguir”, contó Paula.
Por otro lado, Lucía Vidal tuvo que cargar en el maletero algunas garrafas que adquirieron y llenaron de gasóleo; fueron parte del equipaje durante buena parte de la ruta para llegar a su destino.
“Una solución de emergencia… a precio de emergencia: por 15 litros, y las propias garrafas (tres) pagamos 56 euros. Hagan cuentas: descontando el recipiente, el litro para evitar imprevistos salió a más de 3 euros”, resaltó.
Vuelos aéreos afectados
Esta situación no solo ha afectado a los conductores, también varios aviones han realizado estos días escalas técnicas en el aeropuerto compostelano de Lavacolla para repostar, ante la imposibilidad de hacerlo en Portugal.
Mientras se presenta estas eventualidades en los gallegos, los transportistas de mercancías peligrosas, convocantes de la huelga, exigían al Gobierno luso que se creara una categoría profesional específica para estos trabajadores y mejorar así sus condiciones salariales.
Durante los días de huelga, el Gobierno del socialista António Costa estableció servicios mínimos, entre los que se incluía un abastecimiento normal para hospitales, bases aéreas, bomberos, puertos y aeropuertos y un 40 % en las gasolineras.
Por lo cual, el ministro de Infraestructuras luso, Pedro Nuno Santos, anunció en una declaración a la prensa en Lisboa que la normalización «será gradual», después del acuerdo alcanzado entre el Sindicato Nacional de Transportistas de Materias Peligrosas de Portugal y la patronal Asociación Nacional de Transportadores Viales de Mercancías (Antram).
Con información de La Voz de Galicia
