El Centro para los Derechos Humanos y Constitucionales de Los Ángeles denunció que los niños migrantes que son retenidos por las autoridades de EE.UU., y en muchos casos separados de sus padres, son obligados a consumir fármacos para dominar el trauma psicológico.
Según publicó Reuters, la decisión obedece a la ansiedad que pueda llegar a producir su estadía en algún centro de detención.
De acuerdo con la demanda, los menores que residan en establecimientos como el ‘Shiloh Treatment Center’, un centro de atención especializado en jóvenes con problemas emocionales y de conducta ubicado en el estado de Texas, tienen altas probabilidades de recibir fármacos sin el consentimiento de sus padres o responsables.
“Si se coloca a un niño en ‘Shiloh’ después de haber sido separado de uno de los padres, entonces es casi seguro que está tomando psicotrópicos”, considera Carlos Holguín, abogado de la organización que sacó a la luz el conflicto.
La intención de los demandantes es que la Oficina de Reubicación de Refugiados controle a los centros de detención, para prevenir la reclusión prolongada de menores y supervisar los medicamentos que les suministran a los migrantes.
Según publicó la agencia de noticias ya mencionada, esta clase de centros son financiados por el Gobierno norteamericano. Agravando aún más el panorama, los abogados afirman que algunos jóvenes recibieron hasta nueve píldoras diferentes por la mañana y seis por la noche. A su vez, si se negaban a ingerirlas, les advertían que permanecerían detenidos y les aplicaban sustancias mediante inyecciones.
De momento, ni las autoridades locales ni el centro de detención dedicado a controlar la conducta de los menores ha brindado declaraciones sobre el caso.
Con información de Actualidad RT
Somos el mismo equipo… nuevo nombre… Somos #NoticiasAhora
