Luego que varios países aliados al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó enviaran ayuda humanitaria para el pueblo Venezolano; existe la sospecha que supuestamente hay hechos de corrupción en la administración de comidas y medicamentos.
En este sentido, la Iglesia Católica advirtió a dirigentes políticos del partido Voluntad Popular (VP) sobre posible hechos de corrupción con la ayuda humanitaria; sin embargo las autoridades hicieron caso omiso.
Es de recordar que la ayuda humanitaria es recibida desde distintos países y almacenada en Colombia; para su posterior ingreso a Venezuela.
Por su parte, el Prelado expresó su inconformidad ante la postura de algunos dirigentes de la tolda naranja; al manifestar su malestar por la participación de la Iglesia para el control de la ayuda. A pesar que se trataba de una ayuda humanitaria.
Almagro ordenó investigar
Ante la ola de rumores sobre los supuestos hechos de corrupción en la ayuda humanitaria; el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, solicitó una investigación “esclarecedora de graves cargos”.
De esta manera, “determinar responsabilidades y exigir rendición de cuentas” sobre la corrupción en este caso, señaló Almagro.
Según un trabajo de investigación de PanamPost el entramado incluyó un interminable número de integrantes del partido Voluntad Popular.
Aunque en un principio los diputados José Manuel Olivares y Gaby Arellano, eran quienes conducirían la parte operativa relacionada con el ingreso de ayuda a Cúcuta (Colombia).
Sin embargo, los diputados fueron apartados de una responsabilidad clave. El 24 de febrero de 2019, un día después de que decenas de militares cruzaran la frontera hacia Colombia.
Luego, el propio Juan Guaidó firmó una carta enviada al canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo; para autorizar a Rossana Barrera y a Kevin Rojas, ambos militantes de Voluntad Popular, en atender “la situación de los ciudadanos venezolanos, civiles y militares, que ingresan a territorio colombiano”.
Barrera y Rojas unos angelitos
Barrera y Rojas son designados para “supervisar” la estadía de los militares en Cúcuta. No obstante, Sebastiana Barráez reportó para Infobae que eran los “responsables de los aspectos de comando, logística y seguridad” de los uniformados.
Cabe destacar que “Rossana Barrera es cuñada del diputado Sergio Vergara, mano derecha de Juan Guaidó”. Por supuesto, todos son de VP, luego que Roberto Marrero fuera privado de libertad, señala PanamPost.
Como estaba previsto, Barrera y Rojas asumen completamente la operatividad en Cúcuta; por lo tanto se encarga del manejo de fondos para el pago de la estadía de los militares.
Pero, las alarmas se encienden por la Inteligencia de Colombia; cuando Barrera Y Rojas “empiezan a llevar una vida que no se correspondía con quienes eran”.
Además, ambos presentan “facturas que demuestran excesos y, varias, extrañísimas, de diferentes talonarios, firmadas el mismo día y con estilos de escritura idénticos”.
“Casi todas sin sello. Gastos de más de 3.000.000 de pesos en hoteles colombianos y en discotecas, por noche. Unos mil dólares en bebida y comidas. Gastos de ropa en carísimas tiendas de Bogotá y en Cúcuta”.
La investigación de PanamPost arrojó que hubo reportes de alquiler de vehículos y pagos en hoteles a sobreprecio. “Mucha plata”.
El diario denunció que Rossana Barrera empezó a desarrollar un “entramado para malversar fondos relacionados con la ayuda humanitaria y la manutención de los militares”.
Calderón se sacudió
Rojas y Barrera para mediados de mayo comenzaron a organizar una “cena benéfica“. En esta oportunidad, argumentan que era para recoger fondos destinados a los uniformados.
Para que tuviera mayor peso, trataron de hacerlo con el aval de Humberto Calderón Berti, embajador de Guaidó en Colombia. Pero “ante la reticencia del embajador, lo hicieron por su parte”.
Ante este hecho, “dos miembros diplomáticos de Israel y Estados Unidos” confirman que “Barrera envió invitación a las embajadas en Bogotá a nombre de la representación venezolana encabezada por Calderón Berti”. A lo cual, “utilizaron un correo electrónico falso”.
La cena benéfica sería en el muy lujoso restaurante Pajares Salinas, ubicado en la exclusiva urbanización de Chicó Norte en Bogotá.
Sin embargo, la cena se canceló, debido a que los miembros de la embajada advirtieron a las otras representaciones diplomáticas; ya que ellos no estaban auspiciando ese evento.
Leopoldo y Guaidó informados
Ante los hechos de posible corrupción, la embajada bajo el amparo de Calderón Berti informó a Caracas… “Leopoldo López y Juan Guaidó se enteraron de todo lo que hacían Rossana Barrera y Kevin Rojas”, según la inteligencia colombiana.
Por ende, Rossana Barrera y Kevin Rojas son apartados del cargo; pero Caracas mostró una defensa a ultranza de ambos.
Al punto que hubo amenazas y se trató de desviar la responsabilidad hacia la embajada de Calderón Berti.
Por otro lado, el exministro le tocó reparar el escándalo relacionado con la manutención de los militares. A lo cual, envió “un cheque de 27 millones de pesos, por un mal cálculo, rebotó”, según el medio colombiano Las 2 Orillas”.
Además, el medio aseguró que “Era dinero que sacaba de su bolsillo”.
Tratando enmendar el capote
Por las investigaciones presentadas por inteligencia colombiana, Rossana Barrera acudió el 27 de mayo a una reunión con miembros de la embajada. En esta oportunidad, trató de someter a una auditoría lo que había hecho.
Barrera no acudió sola a la cita; en vista que su compañero de partido, Luis Florido abogó por ella.
Para la información que maneja la inteligencia colombiana, Barrera entregó una ínfima carpeta. Además, Barrera entregó un “soporte bastante burdo de US$ 100.000 que había gastado durante su estadía en Cúcuta”.
Así mismo, “varios montos de los que entregó no se correspondían con la realidad”.
Rossana Barrera y Kevin Rojas también compartían obligación “con todos aquellos que se debían encargar del manejo de las toneladas de ayuda humanitaria estacionada en Cúcuta y donada por varios países”.
Qué pasó con la comida
Miguel Sabal fue designado por Juan Guaidó para “manejar todo lo relacionado“, con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Pero, “el 60 % de todos los alimentos donados por aliados de Juan Guaidó se dañó”, reflejó la nota de PanamPost.
Además, añadió que “Todo lo que envió el presidente (Sebastián) Piñera (Chile) ya no sirve. Está ahí. No saben qué hacer con ello para que no se arme un escándalo”.
Escándalos comenzaron con Superlano
En la víspera del concierto por Venezuela, organizado en la frontera, un caso especialmente mediático fue el de los excesos del diputado Freddy Superlano en los que murió su asistente.
El legislador se recuperó tras ser hallado en el motel Penélope en grave estado de salud. Aunque junto a sus compañeros de partido impulsó la tesis de “envenenamiento”, la policía colombiana le desmintió confirmando con pesquisas que se trataba de una intoxicación por escopalamina.
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