Seis partidos acordaron presentar un pedido de destitución en el Congreso para el presidente de Perú, Martín Vizcarra por incitar a mentir durante una investigación.
Por lo cual, el Gobierno tildó la acción como un “golpe de Estado”. “Nada de lo presentado hoy de manera ilegal constituye causal de vacancia (a la Presidencia). No voy a renunciar, no me voy a correr”, dijo Vizcarra ayer durante un mensaje por televisión.
El Congreso debatiría si iniciaría un proceso político de destitución del presidente en un plazo no menor de cuatro días.
Por su parte, el primer ministro, Walter Martos, condenó de “golpe de Estado” la estrategia del Congreso de votar una moción de destitución.
“Lo que está haciendo en estos momentos el Congreso es dar un golpe de Estado, porque está haciendo una interpretación arbitraria de la Constitución”, dijo Martos.
Todo por un cantante
Todo se originó por el cantante Richard Cisneros, contratado por el Gobierno de Vizcarra para conferencias y animador; pero el escándalo se presentó porque alardeó en los medios de que era asesor de la administración.
La prensa al descubrir que el Ministerio de Cultura le había ofrecido contratos presuntamente irregulares por 10.000 dólares a Cisneros, estalló la polémica en el país peruano; debido a que era un artista poco conocido del medio local, en plena pandemia de coronavirus.
Sin embargo, unos audios fueron difundidos durante una sesión del Parlamento, en el que dos asesores mencionan a Martín Vizcarra hasta cinco ingresos al Palacio Presidencial del polémico Cisneros.
En los audios se puede escuchar que: “Hay que decir que entró dos veces” en lugar de cinco, les pide Vizcarra. “Lo que queda claro es que en esta investigación, estamos todos involucrados”, agrega el presidente.
Las grabaciones de Vizcarra fueron entregadas por el legislador Edgar Alarcón, presidente de la comisión que investiga el caso del exasesor.
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